Por Cecilia Sanjurjo, Gerente de RRHH de Grupo Hasar
La transformación digital, sin lugar a dudas, está modificando el mundo laboral en su totalidad. Nuevos puestos, desafíos, aprendizajes y capacitación son el “trending topic” de Recursos Humanos.
Este cambio es bien conducido por la camada de profesionales jóvenes, ávidos de aprender nuevas tecnologías y procesos, pero sin embargo, genera cierto temor y malestar en las generaciones anteriores, que en ocasiones lo perciben como una amenaza, con la consecuente posibilidad de eliminación de puestos de trabajo.
Lo cierto es que nada hay que temer a los cambios que trae aparejada la digitalización, ya que desde siempre cuando un empleo desaparece, se genera uno nuevo y esto involucra a la industria 4.0
En este contexto, las empresas tienen la responsabilidad y la obligación de otorgar las habilidades y competencias necesarias a sus empleados a través de la formación y capacitación. De esta forma, se empodera a los colaboradores, acompañándolos en el proceso de adopción de las nuevas tecnologías.
Un aspecto fundamental: detrás de la revolución digital hay personas. En consecuencia, lo que se modifica, además del negocio, son las interacciones entre las distintas áreas de una compañía y entre las diferentes generaciones que conviven en el ámbito laboral. Una gestión eficaz, asegura retener el personal con nuevas propuestas, capacitación y herramientas para seguir creciendo y aumentando la competitividad, en un mercado intenso como el actual.
Cada generación tiene algo que enseñar y algo que aprender de las demás: en el caso de los Millennials, pueden aprender de sus antecesores que no siempre el trabajo que hacemos genera impacto por sí mismo, sino que a veces puede ser parte de un producto conseguido en equipo y a largo plazo. A la vez, estos jóvenes podrían enseñarles a sus compañeros de generaciones anteriores a ser menos rígidos y a que trabajar en horarios fijos y desde la oficina no siempre es necesario para cumplir con los objetivos de un proyecto.
Pues entonces, qué implica empoderar al talento en términos de digitalización? Más participación, más intercambio de información, más comunicación, disposición de mayor cantidad de espacios – virtuales y presenciales – para el trabajo colaborativo.
Apostar al talento es el factor diferencial, que permite generar mayor productividad y un buen clima laboral con colaboradores entusiastas y comprometidos, con el respaldo de una empresa atenta a sus necesidades.
En concreto, la economía digital es una gran oportunidad, y un gran desafío para Recursos Humanos.