Cada vez más consumidores prefieren acceder a un servicio antes que ser propietarios de los productos que lo proveen. Por citar un ejemplo, desde esta perspectiva la movilidad cobra mayor relevancia que el auto, y avances tecnológicos como las plataformas sociales permiten compartir un viaje con otros usuarios. Gracias al avance de la tecnología, ésta y otras estrategias de la denominada economía circular también están siendo adoptadas por la industria, lo que permite evitar costosas inversiones en infraestructura y desarrollar agilidad en un mundo en constante cambio, entre otros beneficios.
Damián Vázquez socio de Management Consulting de PwC Argentina, explica: «Desde la primera revolución industrial, nuestra economía ha sido esencialmente lineal, un camino de ida en el cual tomamos los recursos de la naturaleza y los manufacturamos en productos, que eventualmente consumimos y transformamos en desechos. Ahora somos testigos de la cuarta revolución industrial, impulsada por la digitalización y los enormes volúmenes de datos, con el potencial para apalancar modelos de negocios circulares, donde se consumen recursos renovables, se mantienen los stocks de manera infinita y se eliminan los desechos».
Aquí es donde la industria 4.0 y la economía circular se encuentran y potencian. Por un lado, las tecnologías disruptivas de la nueva industria operan como activadores de las estrategias circulares. Por el otro, el modelo económico circular brinda un propósito a la industria 4.0 e impulsa su desarrollo.
Tecnologías de la industria 4.0 al servicio de la nueva economía
Internet de las Cosas (IoT) y análisis de datos. Los productos que se conectan a IoT permiten a los fabricantes controlar y analizar su rendimiento a distancia y recabar la información de uso, lo que permite implantar diferentes modelos de negocios circulares:
- Las plataformas para compartir automóviles requieren información acerca de los paraderos, el uso y la condición de cada automóvil.
- En los modelos de Productos como Servicio (PaaS) los fabricantes retienen la titularidad y la responsabilidad por el perfecto funcionamiento de sus equipos, porque tienen la posibilidad de monitorear y analizar el rendimiento a distancia. Además, los modelos PaaS permiten que la capacidad se adapte a la demanda cambiante, y brindan a los fabricantes un incentivo para elaborar productos que sean duraderos, lo cual debería ayudar a reducir los desechos.
- Las estrategias circulares como reciclado, remanufactura y provisión de repuestos requieren asimismo recabar y analizar datos acerca del uso y la condición de los repuestos.
Robótica. Los errores humanos son la causa más común de las fallas en los productos, tanto durante el proceso de fabricación como en el uso posterior. Los avances en robótica permiten a los fabricantes emplear robots en una cantidad de aplicaciones cada vez mayor, incrementando el rendimiento y reduciendo los desechos, así como también prolongando la vida útil de los productos.
Fabricación aditiva o impresión 3D. El uso de la impresión 3D para la producción bajo demanda de repuestos mejora la mantenibilidad y prolonga el ciclo de vida de los productos y de los equipos. También impacta en el diseño de los productos, si se contempla en el proceso el futuro mantenimiento de los repuestos impresos.
Estrategias circulares para conservar y recuperar el valor económico
La escasez de recursos es la principal motivación para la transición a un modelo de economía circular. Los riesgos asociados, como el aumento de los precios, la reducción de la calidad o la seguridad del suministro, contribuyen con la volatilidad de los costos e impactan en el resultado final. La respuesta de la economía circular comprende una variedad de estrategias, como reciclado, remanufactura, recuperación de partes, reutilización, reparación, Product-as-a-Service (PaaS), mantenimiento y repuestos impresos, recursos compartidos y virtualizados.
Como se ilustró en el título anterior, la adopción de los modelos circulares por parte de la industria 4.0 permite evitar la pérdida de valor de los productos y la reducción de los desechos. Sin embargo, esta combinación de estrategias y tecnologías también posee el potencial de recuperar el valor económico de los desechos, otro gran pilar de la economía circular.
Comenta Vázquez: «La mayoría de los recursos empleados en la economía lineal no se reutilizan al final de su vida útil (se capturan algunos materiales, pero la mayoría se desecha). Para la economía circular, en esos desechos hay valor económico que no está siendo aprovechado». Como ejemplo, vale considerar que el escaso valor del material desechado de un teléfono inteligente puede incrementarse significativamente, si se restaura con una nueva pantalla táctil, una batería y una actualización de software.
«Con las posibilidades de las tecnologías emergentes, el desarrollo de un negocio más circular ofrece a la nueva industria la oportunidad de crear fuentes alternativas de ingresos a un costo menor, al mismo tiempo que reducen sus impactos sobre el medio ambiente», concluye Vázquez.