Como consecuencia de este acuerdo, que procura encontrar un sistema que permita mantener los precios internos de productos de primera necesidad sin perjudicar la producción, los exportadores venderán a los molinos harineros el trigo necesario para la molienda de los días que faltan hasta la entrada de la nueva cosecha hacia fin de noviembre.
FAIM, consustanciada con los objetivos del Presidente y del Gobierno Nacional para mantener los precios de productos fundamentales para la alimentación, como es el caso de la harina, celebra éste acuerdo alcanzado por disposición y buena voluntad de las partes intervinientes.