Con una superficie de 1.500 metros cuadrados, este complejo procesará 3.500 toneladas de aceitunas que se cosecharán en los emprendimientos Cuna I y II, que realizaron su primera cosecha temprana el año pasado.
En la planta se producirán 550 mil litros de aceite de oliva extra virgen, cuyas variedades serán combinadas y fraccionadas para sus marcas Vero Andino y Olikids.
“Estamos muy orgullosos de dar este paso, que completa todos los eslabones del proyecto olivícola agroindustrial que iniciamos en el 2006 con el primer fideicomiso. Hoy, los inversores de los dos primeros emprendimientos reciben una renta segura y confiable, gracias a una inversión que tiene frutos concretos”, destacó Luis Feld, fundador del emprendimiento y presidente de Alma Cuyana, compañía fiduciaria, desarrolladora, gerenciadora y administradora de Cuna de Olivares.
El 80% de la producción se exportará –envasada con marca propia- a China, Brasil y Rusia, mientras que un porcentaje menor se destinará a promover el mercado local.
Más de 300 inversores de todo el país eligieron la propuesta de Cuna de Olivares, que ofrece una alternativa de renta a mediano y largo plazo, con una alta tasa de capitalización y rentabilidad, estimada en un 3% en el tercer año, 7% en el cuarto año y luego, a partir del quinto año, entre el 18% y 20%.