La Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo del Banco Mundial (GBM), y Central Puerto, principal generador de energía eléctrica en Argentina, firmaron un acuerdo para llevar a cabo estudios de factibilidad destinados al desarrollo de la primera línea de transmisión eléctrica en el país enfocada en abastecer de energía renovable a proyectos mineros en el noroeste argentino.
El proyecto, que interconectará los emprendimientos mineros de la región de la Puna con el Sistema Argentino de Interconexión (SADI), busca garantizar un suministro confiable de energía renovable mediante acuerdos privados. Según Alfonso García Mora, vicepresidente de IFC para Europa, América Latina y el Caribe, “este trabajo colaborativo con Central Puerto prioriza energías renovables y apoya a la industria minera sostenible, potenciando su infraestructura para alcanzar el máximo potencial”.
Con una inversión estimada en USD 600 millones, la iniciativa incluye la construcción de una línea de alta tensión de aproximadamente 140 kilómetros, con una capacidad proyectada de hasta 400 MW. Según Fernando Bonnet, CEO de Central Puerto, “la minería en el noroeste argentino es un sector estratégico para el crecimiento económico del país. Este proyecto mejora la competitividad del sector a través de soluciones energéticas confiables, eficientes y económicas”.
El impacto de esta infraestructura trascenderá a la industria minera. La línea eléctrica permitirá abastecer de energía a comunidades cercanas que actualmente se encuentran aisladas, promoviendo su desarrollo económico y mejorando la calidad de vida de sus habitantes. Además, busca cerrar la brecha en el aporte de la minería al PIB nacional, que actualmente se encuentra en 0,7%, frente al 8% a 10% en países como Chile y Perú.
Esta colaboración entre Central Puerto e IFC se enmarca en un historial de proyectos conjuntos relacionados con energías renovables, como los impulsados bajo los programas RenovAR y MATER. El proyecto también permitirá establecer contratos PPA a largo plazo, asegurando la conexión de la oferta renovable con la demanda minera.
Con esta nueva línea de transmisión, el noroeste argentino se perfila como un eje estratégico para la minería sostenible y la generación de energía renovable, consolidando a Argentina como un actor clave en la transición hacia una economía más sustentable.