Las declaraciones se dieron en el marco de un desayuno de trabajo realizado en la sede capitalina de LBESA, donde el arquitecto expuso sobre el nuevo paradigma social-cultural sobre el que cual a mediados de este año se presentará en sociedad el Museo del Libro, que estará emplazado en Las Heras y Austria de esta ciudad.
En referencia al escenario cultural local, Ludigliani celebró las políticas públicas tendientes a promover la difusión de expresiones artísticas y culturales: ‘Afortunadamente asistimos a una democratización y popularización del arte a nivel nacional, que se hace visible en las performances montadas en las estaciones de los subtes, en eventos exitosos como La noche de los Museos, las muestras de artistas plásticos en espacios públicos, iniciativas de street art -como la intervención del puente peatonal de Figueroa Alcorta y Pueyrredón, y en festivales masivos y gratuitos al aire libre’.
‘El arte urbano, por ejemplo, es un legado cultural de grandes ciudades como París, Londres, Barcelona, Berlín. Y Buenos Aires, ciudad cosmopolita por excelencia, abraza y se hace eco de todo aquello que permita respirar cultura’.
A nivel global, celebró que Google desafíe los cánones de perdurabilidad y elitismo propios del arte acercando obras maestras de renombre a los internautas y recordó que el gigante virtual ‘siempre estuvo a la vanguardia del consumo cultural, incluso desde la reinvención diaria del diseño de su propio logo’.
‘Google Art Project viene a decirnos que el Museo no tiene que ser necesariamente un plan para unos pocos’, sentenció. ‘En una plataforma virtual, al aire libre o en una estructura tangible como la que nosotros construimos en Recoleta, la cultura tiene que estar cerca de la gente’.
Por último, se mostró orgulloso por la concreción de este proyecto ideado por Clorindo Testa y reveló detalles sobre la estructura y el diseño. Entre otras cosas, destacó que en el Museo del Libro podrán apreciarse cuatro frescos de muralistas argentinos que fueron extraídos de las Galerías Pacífico en los años ’90.
El arquitecto adelantó que el edificio posee una superficie de 1.800m2 en tres plantas y que contará con salas de exposiciones en cada nivel. Agregó también que se diseñó un auditorio para 100 personas y un sistema de rampas que conecta con ‘la Plaza del Lector’ y con la Biblioteca Nacional.