Autor: Nahuel Lema, co- fundador de Coderhouse
La inteligencia artificial (IA) se encuentra en cada aspecto de nuestra vida, y es imposible pensar en el futuro de la educación sin tenerla en cuenta. A medida que avanzamos hacia 2025, la inteligencia artificial transforma la formación y el desarrollo profesional de maneras revolucionarias.
Entre las tendencias emergentes se destacan la personalización del aprendizaje y la neuroeducación, conceptos que buscan adaptar el contenido y los métodos educativos a los estilos de aprendizaje individuales. Hoy, una clase puede ajustarse a nuestras preferencias personales: desde ejemplos que se relacionan con nuestras experiencias hasta formatos escritos o hablados que faciliten la comprensión.
Otra tendencia clave es el microaprendizaje o «tiktokenización». En un mundo donde el tiempo y la atención son limitados, este formato permite acceder a información en dosis pequeñas, fáciles de digerir y que pueden integrarse en el día a día. Este tipo de aprendizaje continuo puede presentarse en audio, video, infografías y más, haciendo el aprendizaje accesible y efectivo. Al final del día, se trata de obtener conocimientos de manera rápida y precisa para enfrentar los desafíos laborales.
Sin embargo, la IA es solo una herramienta, y en un mundo laboral que redefine roles constantemente, las habilidades blandas están recobrando protagonismo. Según el informe «Futuro del Trabajo» realizado por The World Economic Forum, el liderazgo, la negociación y la comunicación serán aún más esenciales en el 2025. El desarrollo de estas habilidades permitirá que los profesionales se mantengan competitivos y conectados en sus campos, ocupando un lugar clave en la cadena de valor.
Educación continua y personalizada
La personalización del aprendizaje no es solo una tendencia; es una expectativa que crece. Gracias a la tecnología y la posibilidad de acceder a educación en línea desde cualquier lugar, los programas formativos pueden adaptarse a los horarios y necesidades de cada persona. Hoy en día, plataformas como Coderhouse ofrecen cursos flexibles que combinan clases sincrónicas en vivo con material que cada estudiante puede consumir a su propio ritmo. Esta modalidad híbrida hace que el aprendizaje sea accesible y efectivo, manteniendo la esencia de la interacción humana, que sigue siendo un componente esencial en cualquier experiencia educativa.
Sin embargo, el auge de la formación en línea no significa que se descarten las experiencias presenciales. A medida que las empresas experimentan con distintos modelos de trabajo —remoto, híbrido y presencial— también hay una demanda creciente por capacitaciones cara a cara, ya que permiten una interacción más directa y cercana. Este aprendizaje de persona a persona sigue siendo relevante para muchos profesionales que valoran la conexión tanto con el profesor como con sus compañeros.
Desafíos y demandas del mercado laboral 2025
El próximo año presenta grandes retos para quienes trabajan en entornos digitales. Con la expansión de la IA, las habilidades relacionadas con el análisis y la gestión de datos (Excel, Power BI, Data Analytics, Business Analytics) estarán en el centro de la demanda. A su vez, habilidades en programación, diseño y marketing serán cruciales para responder a las necesidades de un mercado cada vez más basado en datos. Empresas y profesionales se verán impulsados a actualizarse constantemente, buscando talentos capaces de aprovechar la tecnología al máximo. El modelo FLEX que ofrecemos combina un encuentro sincrónico en vivo por semana con material diseñado y curado para que cada estudiante avance a su propio ritmo. Este modelo responde a la demanda de flexibilidad en un mundo en el que el aprendizaje debe adaptarse al estilo y disponibilidad de cada persona.
2025 será un año desafiante y lleno de oportunidades para quienes están dispuestos a innovar y adquirir nuevas competencias. Las tendencias apuntan a un modelo educativo más personalizado y accesible, en el que la tecnología facilita el aprendizaje, pero en el que la conexión humana y las habilidades personales siguen siendo esenciales para un desarrollo profesional exitoso.