A la inauguración asistieron invitados especiales y autoridades; el Secretario de Cultura de la Presidencia de la Nación, Dr. José Nun; el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, señor Jorge Telerman y la Senadora Nacional Dra. Cristina Fernández de Kirchner.
“Hoy volvemos a encontrarnos como lo hacemos hace más de 30 años, encuentro que se ha vuelto indispensable para todos los habitantes de la galaxia de Gutemberg”, dijo Horacio García, Presidente de la Fundación El Libro, emitió en el acto inaugural de la 33. ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
{mosimage}“Este año, nuestro lema es “Libros sin fronteras”. En un mundo con fronteras cada vez mas duras que impiden la circulación de las personas, el libro es un puente, un vehículo para el intercambio de ideas, un soporte para la tolerancia y la integración.”, agregó.
“Esperamos que todos estos años de trabajo hayan influido en estas cifras que ponen una cuota de optimismo en el sector, de acuerdo a la información dada por la Agencia ISBN que administra la CAL la cantidad de títulos en el rubro educación subió de 900 en el año 2002 a casi 2500 en el 2006. Me permito hacer la ecuación: más libros más educación.”, dijo García.
“Otro tema que preocupa a toda la industria es el precio del papel nacional que es superior al internacional. El sector ha hecho un gran esfuerzo, manteniendo el precio de los libros que han subido menos que el nivel de precios minoristas. El incremento de este insumo fundamental les quita competitividad y a esto se suma una proliferación del comercio ilegal de libros”, enfatizó.
“Estamos en un momento de fuerte cambio, en que parece que se disuelven todos los cánones, se crean nuevos o desaparecen directamente. No es un fenómeno nuevo, han cambiado los modos de lectura a través de los siglos, se ha pasado de la lectura en voz alta a la lectura silenciosa, de la intensiva a la extensiva. Los soportes también se han modificado a lo largo del tiempo: tablillas, papiros, pergamino, papel.”
“Esta feria es una apuesta muy fuerte a la permanencia del libro en papel. No es una decisión dictada por la nostalgia. El sector asume e incorpora las innovaciones, en poco más de 30 años hemos pasado de tecnologías del Siglo XIX a tecnologías del siglo XXI.”
“Pensamos que el libro, como lo conocemos en la actualidad es un objeto fruto de un gran desarrollo tecnológico. Es fácilmente transportable, no necesita fuente de energía, soporta maltratos. Pensamos que el objeto libro y sus protocolos de lectura, han formado nuestra civilización y todavía tienen muchos frutos para dar”, concluyó García.