Por Jorge Cavanna, presidente de CADIEEL (Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas), organizador de BIEL Light + Building Buenos Aires.
Robótica educativa, iluminación inteligente, domótica, smart cities, telegestión. ¿Palabras del futuro, alejadas de la realidad de la Argentina? Para nada: sobran los ejemplos de empresarios, científicos y emprendedores locales (aunque podrían ser muchos más con un impulso desde lo público) que están desarrollando soluciones en la llamada “industria 4.0”.
Nuevos ecosistemas productivos están modificando sustancialmente la economía y los modelos de negocio de las empresas mejorando la eficiencia, bajando costos y creando nuevos productos y servicios a lo largo del mundo, sumando nuevos actores que agregarán valor a esta cadena. En efecto, en BIEL Light + Building Buenos Aires, mostraremos cómo el mundo está cambiando por la irrupción de nuevas tecnologías que transforman tanto el modo de hacer negocios como de gestionar países y ciudades “smart cities”, de generar conocimiento y, a una escala humana y pequeña, modifican hábitos de la vida cotidiana.
El desafío para la Argentina es dar el salto hacia esta ola mundial teniendo en cuenta la capacidad y la potencia con que cuenta la industria nacional y, en particular, la industria electrónica. Impulsar este desarrollo desde lo público y lo privado sólo puede significar beneficios para el país por el crecimiento exponencial de la actividad económica, con un consecuente aumento de la recaudación tributaria; nuevos empleos bien remunerados y de alta productividad; y mejorar el perfil de la balanza comercial. Según estimaciones de CADIEEL que presentaremos en la #BIELInnova, en 5 años, las exportaciones impulsadas por el ecosistema de Internet de las Cosas (IoT) podrían rondar los USD 7.500 millones con un saldo comercial netamente favorable y un crecimiento estimado del 3,5% para el PBI.
Para este objetivo resulta indispensable el aporte estratégico tanto del gobierno nacional como de los provinciales para establecer regulaciones que acompañen, potencien y coloquen en agenda estos desarrollos. Nos encontramos frente a una oportunidad única para el crecimiento del país porque contamos con todos los recursos para generar valor, desarrollo, exportación de conocimiento y servicios, es decir, un ecosistema amplio y diverso que sólo traerá derrame positivo hacia Argentina en su conjunto.