Con la sanción de la norma que regula su uso en la Ciudad de Buenos Aires, una red de movilidad limpia, eficiente y divertida comenzará a funcionar en Buenos Aires. La llegada de los monopatines eléctricos de GRIN aporta a la comodidad de los porteños ya que podrán realizar viajes de distancias cortas (los viajes usualmente van desde 1 hasta 8 km), reduciendo la dependencia del automóvil.
El usuario accede al servicio mediante una APP disponible para iOS y Android, que puede ser descargada desde App Store y Play Store respectivamente y se podrán alquilar pagando con tarjetas de crédito o débito.
En la Estación GRIN donde se retira, se escanea el código del monopatín y se accede a su utilización. Al finalizar el recorrido, se debe entregar en la Estación GRIN más cercana. Las estaciones se encuentran ubicadas en comercios conocidos y accesibles en toda el área cubierta por el servicio y la llegada de GRIN significa un estímulo para su actividad.
Con este nuevo medio se reducen tiempos de viaje, se evita el tráfico, no se contamina y se disfruta de un modo de transporte ágil y placentero.
GRIN está presente en más de 19 ciudades de América Latina, en México, Colombia, Brasil, Chile, Perú y Uruguay. Su llegada a la Argentina comienza en la ciudad de Buenos Aires, en la que creará una red de movilidad novedosa y eficiente. Los monopatines son impulsados por un motor eléctrico y cuentan con dos frenos, ubicados en el manubrio y la rueda trasera. No exigen esfuerzos físicos y promueven el tránsito ordenado.
“Para GRIN la seguridad es prioritaria”, comentó Iván Amelong, Country Manager de Grin en la Argentina. “Mediante diferentes canales de comunicación realizaremos campañas de educación vial destinadas a crear conciencia sobre el uso correcto de nuestros servicios de transporte. Queremos hacerlo de manera ordenada y respetando las normas establecidas por las autoridades de Ciudad de Buenos Aires”.
Pensado para brindar soluciones al tránsito en las grandes ciudades, el sistema de monopatines eléctricos GRIN y la instalación de sus estaciones, que colaboran al ordenamiento de los patines y a la incentivación de la actividad social y económica de los barrios donde se ubican, serán un aporte significativo para los porteños.