Para mantener el espacio aéreo limpio de cables y en línea con la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, IPLAN desarrolló desde sus comienzos una política de instalación de la red totalmente subterránea. Las normas utilizadas desde el inicio de las operaciones de IPLAN, preservan el ambiente para evitar la contaminación visual.
Si bien este tipo de trabajos implican un gasto adicional del 30% aproximadamente, la empresa asume dichos costos convencida de que es la mejor opción. “La instalación nace en forma subterránea, subiendo al nodo y distribuyendo los cables a través de un engrampe en las paredes medianeras, evitando de esa manera el tendido de cables en forma aérea”, aseguró Osvaldo Garbuglia, ingeniero de red de IPLAN.
La compañía ya superó los 10.000 kilómetros de cable de cobre y los 300 Km. de cable de fibra óptica bajo estas normas de instalación. Así, el microcentro porteño cuenta con más de 3.000 edificios cableados por IPLAN en forma subterránea, sin la necesidad de utilizar postes y fachadas que alteren la geografía natural de la ciudad.