Con el foco puesto en crear una buena experiencia para las novias, el equipo parte de una primera reunión con la elegida, en donde se conocen, bocetan el diseño y avanzan con las medidas y detalles que hacen a cada vestido único. En el transcurso de cinco a seis meses, tanto la prometida como ictoria Sedran, se reúnen en varias oportunidades para realizar diferentes pruebas y llegar al resultado soñado.
Encajes chantilly, sedas, satén, encajes con pedrería y pieles de ángel traídos de Francia y Marruecos, son solo algunas de las propuestas de materiales para la confección de cada pieza. Los vestidos son entregados de uno a tres días antes de la fiesta, junto con un recuerdo especial: el primer boceto y las muestras de tela.
«Victoria Sedran ofrece acompañar a la novia el día de la fiesta, brindándole la seguridad de que su vestido llegue impecable al altar. Los mismos son realizados para todo tipo de bodas, religiosas o no, civiles, como así también para madrinas, egresadas y quinceañeras», asegura su creadora.