La UTN Buenos Aires comenzó a trabajar este año en una serie de nuevos proyectos con la Fundación Garrahan, que incluyen acciones como: la organización de un concierto del Proyecto Musical de la Facultad a beneficio de esa entidad; la recolección de tapitas y papel, destinado a contribuir a la campaña de reciclaje que desde hace años lleva adelante la Fundación Garrahan; y la impresión por parte del Laboratorio 3D de la Facultad de nuevas piezas para las agendas 2017 con las que la entidad recauda fondos y entrega a sus colaboradores como agradecimiento por su labor.
Las autoridades de la Fundación Garraham se pusieron en contacto con el Ing. Guillermo Winnicki, Director de Cultura de la UTNBA, para empezar a diseñar el trabajo en conjunto.
En ese marco, Silvia Kassab, Directora Ejecutiva de Casa Garrahan y Beatriz Resnik, Coordinadora de Relaciones Institucionales de Fundación Garrahan, junto a Natacha Crudi, Coordinadora de proyectos especiales de la Fundación, pidieron que el Laboratorio 3D de la Facultad les imprimiera los apliques que llevan las tapas de las agendas 2017 de esa institución.
«Nos tomamos el atrevimiento de pedirle colaboración para el armado de las piezas para las agendas porque conocemos la Universidad, y sabemos que tienen capacidad para resolver este tipo de complicaciones. Teníamos que modificar una parte de la pieza de la agenda: la curita que lleva Juampi, el muñeco que nos identifica», explicó Silvia Kassab, Directora Ejecutiva de Casa Garrahan
La Fundación necesitaba una imagen más grande, de alta calidad y que se produjera en cantidad. «Consultamos qué posibilidades teníamos de que el Laboratorio 3D de la UTN nos asistiera, colaborara, o brindara ese servicio; y contar con ello para tenerlo en tiempo y forma para este ejemplar de la agenda», aseguró la directora de Casa Garrahan.
Dado que el Laboratorio 3D de la UTN.BA no tenía la capacidad operativa necesaria para responder a la totalidad de la demanda de la Fundación para antes de fin de año, «la Facultad ofreció hacer una parte de la producción. Y al mismo tiempo propusimos desarrollar juntos un proyecto de investigación para convertir las tapitas de polipropileno en hilo, la materia prima que emplean las impresoras 3D», explicó el Ing. Winnicki.
Además de resolver la demanda de la Fundación, la Facultad buscó acercarle una propuesta cultural. «Desde este rol que entendemos como responsabilidad social universitaria, nos interesó proponerle a la Fundación que nuestro proyecto musical, compuesto por el coro, la camerata de cuerdas y el grupo de música popular, ofrezca un concierto en un teatro de su elección, y que la recaudación sea totalmente a beneficio de la Fundación Garrahan», explicó Winnicki.
Si bien el concierto se realizará en 2017, la Fundación propuso que el Proyecto Musical se presentara en la Casa Garrahan para los chicos y sus acompañantes, lo que se concretó el 9 de noviembre.
«Si bien no teníamos un repertorio para niños, una de las violinistas de la orquesta forma parte de una banda de música infantil, que generosamente preparó una presentación adecuada a ese público y fue presentada en conjunto con la banda y el Proyecto Musical de la UTN.BA», sostuvo Winnicki.
La Fundación Garrahan La Fundación Garrahan se creó el 21 de marzo de 1988, y si bien en sus inicios estaba abocada sólo a apoyar y alentar todas las iniciativas que desarrollaba el Hospital de Pediatría Dr. Juan P. Garrahan, en la actualidad sumó acciones vinculadas a promover la salud infantil.
En ese sentido, la Fundación apoya tanto actividades asistenciales como de docencia e investigación, además de la capacitación de recursos humanos. “Apoyamos programas que y con acciones que favorecen a la salud. Con esta mirada desde hace unos años se empezó a trabajar en el cuidado del medio ambiente”, explicó Silvia Kassab.
En ese marco, la institución propone el reciclado de tapas plásticas y papel, con la intención de preservar recursos a través de su reutilización y generar un beneficio económico que permita sostener la actividad de la Fundación.
La Casa Garrahan, por su parte, brinda alojamiento a los pacientes junto a sus madres, que residen a más de 100 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Allí se hospedan no solo niños que se atienden en el Hospital Garrahan sino también en los hospitales Elizalde y Gutiérrez, hasta que finalizan sus tratamientos ambulatorios o que tienen diagnósticos de enfermedades complejas que no requieren internación.
La Casa tiene 46 habitaciones con baño privado, que se destinan una a cada familia; sala de estar, de juegos, de computación, biblioteca, lavadero y dos patios. También hay cocinas, en las que las mamás preparan los alimentos para sus hijos con asesoramiento de profesionales nutricionistas, o estudiantes de nutrición que realizan voluntariados.
En ese sentido, Beatriz Resnik explicó que «en la Casa Garrahan se hace mucho hincapié en el cuidado de la salud. Hay un profesional que les enseña a las mamás cómo tienen que lavarse las manos. Todo lo que van aprendiendo acá sobre las normas de seguridad al momento de cocinar, algo muy importante para un paciente inmunosuprimido, son conocimientos que se llevan».