Unilever disminuye los niveles de sal en sus productos

Unilever, la empresa líder de consumo masivo, celebra el Día Mundial de la Salud 2015 haciendo hincapié en la temática que la OMS propone para esta edición: la inocuidad de los alimentos, reafirmando así su compromiso con la nutrición y la alimentación saludable.

Como parte fundamental del Plan de Vida Sustentable de Unilever, que apunta a duplicar el tamaño del negocio al mismo tiempo que reducir el impacto ambiental a la mitad e incrementar su impacto positivo en la sociedad, la compañía consiguió mejorar la calidad nutricional de sus alimentos.

Desde 2010, a nivel mundial, Unilever redujo un 25% los niveles de sal en sus alimentos, superando así el objetivo planteado (una reducción de entre un 15% y un 20%). De esta manera, el 55% del portfolio de alimentos ya cumplió con la meta en 2013. Para el año 2020, el objetivo es que el 75% del portfolio alcance los niveles de sal necesarios para cumplir con la recomendación de 5 gramos de sal por día de la OMS. En el caso de la región Cono Sur, que incluye Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, desde 2012 se redujo un 15% el contenido de sodio en sopas.

Por otro lado, la compañía se comprometió a reducir las grasas saturadas de sus productos tanto como sea posible, aumentando a la vez los niveles de ácidos grasos esenciales. A nivel mundial, en 2013 el 82% de sus productos de margarinas de aceite vegetal contenía no más del 33% de grasas saturadas y para el año 2017, la compañía elevará esa cifra al 90% de su portfolio global completo. A su vez, en la región de Cono Sur, desde 2012 reemplazaron el aceite vegetal parcialmente hidrogenado por aceite de girasol alto oleico en los productos Knorr. De esa manera se eliminaron los ácidos grasos trans.

A través de estas iniciativas, Unilever aspira a producir alimentos sabrosos que contribuyan para una alimentación saludable. Para ello, cuenta con un programa a largo plazo para mejorar la calidad nutricional de sus productos, con el cual espera lograr un impacto positivo en la salud y el bienestar de 1.000 millones de personas en 2020.