Un Techo para mi País Argentina va por más techos

La materialización de las casas será posible gracias al esfuerzo conjunto de más de 600 jóvenes voluntarios, las familias beneficiadas y empresas que ayudan en la financiación del proyecto.

El equipo de Un Techo para mi País dedica varios meses previos a la construcción a elegir el barrio en donde se construirá, asignar a familias según el criterio de máxima necesidad, convocar a voluntarios, conseguir el apoyo financiero de empresas, difundir el proyecto en medios de comunicación, organizar la logística de la construcción, entre muchas otras cosas.

Los voluntarios trabajaran los tres días junto a las familias con el objetivo de terminar las viviendas el lunes por la tarde, para luego poder realizar la inauguración y una celebración. Para Un Techo para mi País, la construcción representa el comienzo de un largo camino a recorrer, guiados por el claro objetivo de proporcionar a las familias herramientas para la superación de la pobreza.

Como características generales, las casas son módulos de madera de 18 metros cuadrados, formados por dos paneles de piso, seis paneles laterales, una puerta, dos ventanas, vigas de madera y techo de chapa de zinc. Para mantenerlas aisladas de la humedad del suelo, las viviendas se construyen sobre pilotes de madera . Esta casa provisoria constituye una solución concreta a las familias que viven en situación de emergencia al proporcionarles un lugar íntimo, digno y protegido.

Cada casa construida es una prueba del gran potencial de la unión entre familias que creen en el futuro y confían en la posibilidad de superarse y jóvenes que se comprometen porque asumen su responsabilidad como generadores de cambio social.

Un Techo para mi País – Argentina forma parte de un proyecto latinoamericano de voluntariado juvenil que trabaja en Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, Perú y Uruguay.