El proyecto RESCCUE, liderado por el Hospital Sant Joan de Déu y con participación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), el Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat y el Hospital Pediátrico Bambino Gesù de Italia, concluyó sus actividades con una jornada de cierre donde se presentó un juego de mesa diseñado para sensibilizar a jóvenes sobre los riesgos de la violencia digital.
La iniciativa tuvo como objetivo prevenir la ciberviolencia y crear espacios seguros para la infancia y la adolescencia desde un enfoque comunitario y multidisciplinario. A lo largo de su implementación, cerca de 2.000 estudiantes participaron en talleres enfocados en identificar situaciones de riesgo, fortalecer la autoestima y promover vínculos protectores tanto en entornos digitales como en el hogar.
Uno de los principales resultados del proyecto fue el desarrollo de un juego educativo tipo Print & Play, creado en conjunto con adolescentes, quienes eligieron este formato para evitar el uso de pantallas. Esta herramienta permite a jóvenes y adultos dialogar sobre situaciones vinculadas con la violencia digital y familiar, promoviendo la empatía y la cooperación. El juego está disponible para descarga gratuita y se suma a una serie de recursos que pueden ser utilizados por escuelas, servicios sociales y entidades de salud mental.
Desde la UOC, las investigadoras destacaron que la prevención de la ciberviolencia debe comenzar en los entornos cotidianos, como las escuelas, los hogares y los espacios de ocio. Teresa Romeu, profesora e investigadora del grupo Edul@b, explicó que el trabajo consistió en analizar imágenes, ejemplos y roles vinculados a la ciberviolencia, mientras que Montse Guitert, catedrática y coordinadora del grupo, señaló que la creación del juego surgió para generar un entorno de aprendizaje sin depender de dispositivos digitales.
En Cataluña, el proyecto se desplegó en cinco institutos públicos de Cornellà de Llobregat, donde se realizaron 87 talleres destinados a estudiantes, además de sesiones formativas para 168 docentes y encuentros con grupos familiares. Paralelamente, se implementó una intervención clínica dirigida a jóvenes en situación de alto riesgo. A nivel internacional, la experiencia fue replicada en dos centros educativos de Italia.
Durante la jornada de cierre, profesionales de España e Italia compartieron los resultados del proyecto y debatieron sobre la importancia de fortalecer los vínculos afectivos como estrategia de protección frente a la violencia digital. Mar Álvarez, psiquiatra del Hospital Sant Joan de Déu y coordinadora del proyecto, subrayó el valor de una respuesta integral que involucre a los distintos actores de la comunidad educativa y sanitaria.
Este proyecto se enmarca dentro de las misiones de investigación de la UOC, orientadas a la educación a lo largo de la vida y la salud digital, y contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU vinculados con la salud, el bienestar y la educación de calidad.