Tecnovax presenta su nueva vacuna contra la Hidatidosis

La hidatidosis es una enfermedad peligrosa por su carácter de zoonosis, es decir, que puede transmitirse de animales a personas. Es producida por el parásito Echinococcus granulosus y sus huéspedes definitivos, donde se aloja el parásito adulto, son en su mayoría los perros.

El parásito crece y vive en el intestino delgado, llega a medir entre 3 y 6 mm de longitud y es chato. Su cuerpo está dividido por tres segmentos y en el último contiene una gran cantidad de huevos que se desintegran en el medio ambiente cuando es eliminado con las heces del perro.

En cada huevo hay un embrión que puede ser ingerido por un huésped intermediario, donde se desarrolla el parásito joven, que son los ovinos, caprinos, bovinos, cerdos, equinos, camélidos cérvidos y el ser humano.

El embrión se libera en el intestino delgado de los huéspedes intermediarios, atraviesa la pared intestinal y es llevado por la corriente sanguínea a varios órganos, donde se desarrolla el estadío larval o quiste hidatídico. Los quistes se hallan con más frecuencia en el hígado y en pulmones, pero también puede ubicarse en los huesos, riñones y el cerebro.

El quiste puede alcanzar un tamaño muy grande y romperse. Si esto sucede, puede provocar una reacción alérgica (un shock anafiláctico) en el órgano afectado y en consecuencia, la muerte.

El ciclo se completa cuando el perro ingiere vísceras crudas con quistes hidatídicos que contienen quistes fértiles de un ovino o de otro huésped intermediario.

El contagio en el ser humano ocurre cuando el perro tiene huevos en el ano y al limpiarse, lo esparce con la lengua por todo su cuerpo. El hombre se contagia rápidamente sólo con tocar al animal.

La enfermedad tiene un mayor registro en zonas rurales, principalmente donde se crían ovinos, pero la ciudad no está exenta a este problema. En Argentina, tiene una amplia difusión ya que existen zonas con más de un 50% de animales infectados y alrededor de 70 millones de animales expuestos al contagio.