El mismo diseño de los textiles, visuales y táctiles, surge de la interpretación de la esencia feroz y magnánima de la naturaleza pura. Se juega con una amplia gama textil de telas planas y de punto, tales como: organzas, gasas, lycra de algodón, microfibra, tul, y hasta pieles sintéticas con tratados experimentales de foil.
En cuanto a los colores, Shantall elige para esta colección una paleta saturada, en donde predomina el verde y sus derivados, como simbología de las selvas, además del bordo y el blanco, que personifican las montañas del sur de nuestro país.
“Verde corazón” resalta la sensualidad femenina, jugando con las transparencias, dejando piel al descubierto, pronunciando escotes de espalda y largos modulares de falda, de una forma salvaje y atrevida por la que su diseñadora se caracteriza.