Se prevé que enfoque de la Cumbre de las Américas sea la crisis económica

«La reactivación económica de Estados Unidos no sólo moderará y reducirá el problema en América Latina, sino que Washington también puede ayudar a resistir las medidas proteccionistas que frenan las importaciones o la inversión extranjera», dijo Peter Hakim, presidente de Diálogo Interamericano, una entidad de investigación política, en su comparecencia el 11 de marzo ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.

Estados Unidos también debería utilizar su influencia para fomentar la ampliación de los recursos y la flexibilidad para instituciones financieras multilaterales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo, opinó Hakim, y Estados Unidos ha de coordinar sus planteamientos de política económica con los gobiernos de la región, según añadió.

El presidente Obama «también debería instar a los gobiernos de la región a que resistan las tentaciones proteccionistas y gestionen de modo responsable sus economías», dijo Hakim.

La quinta Cumbre de las Américas se celebrará del 17 al 19 de abril en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago. Será el primer foro hemisférico en el que Obama podrá dialogar con dirigentes de América Latina y el Caribe. Desde 1994, las cumbres se han celebrado sin regularidad.

«La cumbre en Puerto de España será también la primera reunión de los 34 jefes de gobierno democráticos de América Latina, el Caribe, Canadá y Estados Unidos desde la polémica cumbre que tuvo lugar en 2005 en Mar del Plata (Argentina)», dijo Peter Meyer, analista de asuntos latinoamericanos en el Servicio de Investigación Congresional de la Biblioteca del Congreso.

Hasta la fecha se han realizado cuatro Cumbres de las Américas, dos de ellas con carácter extraordinario, y una serie de cumbres a nivel ministerial celebradas desde 1994, según dijo Meyer en un informe reciente sobre las cumbres. La administración Clinton auspició la primera reunión regional de dirigentes en la Cumbre de Miami hace 15 años.

El líder cubano, Raúl Castro, no ha sido invitado a asistir.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Howard Berman, dijo en la audiencia que Obama intentará cambiar la dinámica regional en su primera reunión con los dirigentes del hemisferio. «Tenemos una voz única en esta región, y tenemos que restablecer nuestro liderazgo en los aspectos positivos en los que creemos», dijo Berman. «Los días en que nuestra influencia o autoridad nos permitía alzar la voz y hacer las cosas a nuestra manera son cosa del pasado».

Hakim dijo que, si bien a los líderes de la región les preocupa la crisis económica y financiera, están igual de ansiosos por escuchar la postura de Obama en lo relativo a Cuba, el crimen organizado y el tráfico ilícito de drogas, la inmigración y el comercio internacional.

También prestó declaración ante la comisión Thomas McLarty, presidente de McLarty Associates y ex jefe de gabinete de la Casa Blanca en la administración Clinton, quien dijo que esta cumbre presenta a la administración Obama una oportunidad para «comenzar de nuevo en una región de enorme importancia y posibilidades».

«Los países de América Latina y el Caribe compran una quinta parte de todas las exportaciones de EE.UU. y suministran una quinta parte de sus importaciones», señaló McLarty. «Nuestras ventas anuales a América Latina son cuatro veces mayores que nuestras exportaciones a China».

McLarty agregó que Estados Unidos actualmente obtiene más del 50 por ciento de sus importaciones de energía del hemisferio occidental, y más de la mitad provienen de proveedores latinoamericanos y caribeños.

Estos factores hacen que la economía de Estados Unidos y la actual crisis sean la máxima prioridad en la cumbre, dijo McLarty. «Nuestros socios en la cumbre querrán saber qué planes tenemos para restaurar la estabilidad y el crecimiento, puesto que las decisiones económicas que se tomen en Washington afectarán a sus ciudadanos. Desean que recurramos a ellos para consultas periódicas, y se lo merecen», dijo.

Con 34 países y 600 millones de personas, la región de América Latina y el Caribe representa un sector dinámico del mundo, con recursos, culturas y diversidad étnica únicos, según expresó.

McLarty dijo que la inmigración es un «tema candente tanto en el ámbito nacional como internacional», y que debe abordarse en una reforma integral de la inmigración. Para ello, será imprescindible que Estados Unidos colabore estrechamente con sus vecinos en el hemisferio, y especialmente con México, si desea que sus esfuerzos tengan éxito, agregó.

«Una política de inmigración eficaz debe comenzar con la seguridad y protección de nuestras fronteras, pero también ha de reflejar las necesidades de nuestra fuerza laboral, así como incluir apoyo al desarrollo económico en los países exportadores de inmigrantes», dijo McLarty.

McLarty añadió que Cuba debería figurar en el programa de la cumbre. En fechas recientes, el senador Richard Lugar, principal republicano de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, apeló a Estados Unidos a reconsiderar su estricto embargo comercial sobre Cuba.

«Debemos reconocer la ineficacia de nuestra política actual y tratar con el régimen cubano de manera que se potencien los intereses de EE.UU.», dijo Lugar en febrero, cuando hizo público un informe especial elaborado por el personal de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que analiza las políticas de la relación entre Estados Unidos y Cuba.

McLarty comentó que es el momento de revisar las políticas estadounidenses hacia Cuba, así como de eliminar las políticas de límites a viajes, comunicaciones y remesas. «Respeto helecho de que se trata de un asunto emotivo, pero creo que la mayoría de los estadounidenses tiene la misma aspiración de una Cuba libre y democrática. En lo que no coincidimos es en la mejor forma de alcanzarla», dijo.