Se presentó salir a la nieve, en la feria del libro de buenos aires

Esta tarde en la 43.° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires se realizó la presentación de Salir a la nieve, de Máximo Chehin, primer ganador del Premio Literario de la Fundación El Libro por Libro de Cuentos. Hablaron en el acto los escritores Liliana Heker y Pablo De Santis, el Director Institucional y Cultural de la Fundación El Libro Oche Califa y el autor.

“En la Fundación El Libro la existencia de un gran premio literario que descubriera o que confirmara autores literarios era una cuenta pendiente”, explicó Oche Califa y destacó el “interés en encontrar un gran autor por el bien de la literatura argentina y la industria del libro”. Además, dedicó unas palabras para recordar al escritor Abelardo Castillo, quien formó parte del jurado del concurso junto a Luisa Valenzuela, Antonio Skármeta, Pablo De Santis y Daniel Divinsky.

Por su parte, De Santis destacó la “variedad estilística y temática total” de la obra de Chehin. “Hay varios cuentos que presentan un enigma que se resuelve de distintos modos, hay cuentos de un costumbrismo llevado a lo absurdo, hay cuentos de la infancia. Hay uno fantástico que para mí es uno de los mejores, que se llama Bajo los pies”, comentó.

También Heker se refirió al volumen de cuentos de Chehin, quien fue su alumno en talleres de escritura. “Este libro tiene una unidad profunda, es la unidad que da la coherencia del escritor. Creo realmente que un libro de cuentos no es un buzón donde alguien acumula los últimos diez o doce cuentos que ha escrito, sino que viene de un trabajo profundo, de una reflexión y también de la construcción de una totalidad”, afirmó.

“Lo que tienen de excepcional los cuentos de Máximo es que el mundo que él toma en general es un mundo que puede ser normal, sencillo y sin embargo en cada situación hay un extrañamiento de la realidad”, detalló, y agregó: “No son cuentos escritos porque sí, no son cuentos para lucirse, son cuentos donde se pone en juego una concepción compleja del ser humano”.

Finalmente, el autor agradeció a la Fundación El Libro y a su familia por el apoyo. “Cuando era chico me gustaba la literatura y tenía la idea de que el escritor era una especie de persona encerrada, y que el libro se hacía así, estaba el escritor solo haciendo su libro. Y eventualmente toda su acción creativa generaba eso que yo tenía en la mano. Y después cuando comencé a hacer el taller con Liliana entendí que no es así, que el libro es en realidad un trabajo que se hace entre un montón de gente. Hay mucha gente que me ayudó antes, durante y después”, aseguró