El programa, dirigido por la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales del Departamento de Estado, la Cumbre de las Mujeres con más Poder de la revista Fortune, y la Alianza Mundial Voces Vitales, proporciona a jóvenes empresarias con talento la oportunidad de desarrollar destrezas de liderazgo, gestión y negocios así como de ganar experiencia en el mundo empresarial estadounidense.
Las participantes de Argentina, Bosnia-Herzegovina, China, Egipto, Gaza, Ghana, Hungría, India, Indonesia, Kenia, Líbano, Nepal, Nigeria, Perú, Polonia, Rusia, Ruanda, Sudáfrica, Vietnam, los territorios palestinos y Zimbabwe pasan tiempo con ejecutivas de una gran variedad de empresas estadounidenses.
El 24 de mayo las mujeres compartieron experiencias en una reunión de despedida y una conferencia de prensa cuya anfitriona fue Ann Moore, directora ejecutiva de la empresa Time Inc. Moore, la primera ejecutiva que aceptó su papel de mentora en 2006, que fue también mentora en 2007.
«Hemos encontrado que las mujeres son las mejores socias. Las mujeres son las mayores catalizadoras para transformar las sociedades». Dijo en una conferencia de prensa la secretaria adjunta de Estado para Asuntos Educativos y Culturales Dina Habib Powell, cofundadora del programa. Un beneficio añadido, comentó Powell, es que las mujeres vienen a Estados Unidos como embajadoras extraoficiales y «enseñan a los estadounidenses la tremenda historia, herencia y cultura de la que provienen».
«Estas jóvenes no sólo aprenden de sus mentores, sino que al compartir destrezas y experiencias fortalecen su liderazgo entre ellas» añadió Patricia Sellers, presidenta de la Cumbre de las Mujeres con más Poder de la revista Fortune, que junto con Powell, creó el programa. Las participantes en el programa crearon «no sólo relaciones profesionales de 9 de la mañana a 5 de la tarde, sino relaciones personales», comentó Sellers.
Moore dijo que todavía «habla» con su protegida de 2006 casi todas las semanas por correo electrónico, y añadió que «no importa de donde vengamos, hay muchas más similitudes que diferencias».
«Muchas de nosotras somos madres trabajadoras, tenemos los mismos problemas. Tenemos que aprender a comunicarnos … a como dirigir una organización e inspirar a la gente a hacer cosas que a veces no quieren hacer. Aprender a no rendirnos y los elementos fundamentales del liderazgo», dijo Moore.
Melanne Verveer, presidenta de la Alianza Mundial Voces Vitales, explicó que uno de los dividendos más extraordinarios del programa es escuchar a los participantes hablar sobre cómo habilitar a otras mujeres en sus países, pedir cuentas a sus gobiernos y transformar sus sociedades.
Rocío del Pilar Ardiles Reyes, gestora financiera y administrativa en la compañía Brightstar en Perú, comentó «Todas venimos de países muy diferentes, culturas muy diferentes, pero parece que nuestros sueños y metas son muy similares».
Las participantes dicen que sus mentores las incluyen en sus viajes profesionales, concertando citas con ellas y presentándoles otras mujeres líderes en Estados Unidos.
Phurbu Tsamchu, dueña y directora general de Alfombras Leopardo de las Nieves, del Tibet, citó la confianza que adquirió como lo más importante que su mentora, Pat Woertz, presidenta de la compañía Archer Daniels Midland, le inculcó
«Si uno continua aprendiendo, no hay nada imposible» dijo Phurbu. «Voy a volver con alguna experiencia, algún conocimiento sobre otras empresas y así mejoraré nuestra compañía».