Se trata de una nueva edición del Premio «Fidel Antonio Roig», en referencia al botánico mendocino (1922-2008), que realizó proyectos novedosos ejecutados con éxito para el uso sustentable de la biodiversidad. La entrega fue organizada por la Comisión Asesora sobre la Biodiversidad y Sustentabilidad del Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación productiva (MINCyT) de la Nación.
En esta oportunidad, el premio fue para el proyecto “Estrategias de conservación de la biodiversidad en plantaciones de salicáceas del bajo delta del Paraná” llevado a cabo por un equipo interdisciplinario liderado por la Mg. Natalia Fracassi, investigadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en el Área de Recursos Naturales de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Delta del Paraná.
La experiencia se fue generando a raíz del Programa Nacional Forestal del INTA y del convenio que mantiene la EEA Delta del Paraná del INTA con la Asociación Forestal Argentina (AFoA) regional Delta, con la finalidad de crear una estrategia conjunta de comunicación y de gestión ambiental para forestaciones de Salicáceas en el Delta del Paraná. Dentro de este convenio, se establecieron comisiones de trabajo interdisciplinarias (productores, profesionales de INTA de distintas áreas, representantes de las empresas, invitados expertos de ONGs ambientalistas – Wetlands International, Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza (ACEN) -, y de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de San Martín -Grupo de Investigación en Humedales-), destinadas específicamente a la discusión de propuestas de gestión de la comunicación, capacitación y creación de estrategias de Corredores biológicos, Manejo del agua, Manejo del suelo, Buenas Prácticas forestales y Ordenamiento Territorial. El resultado se observa en la generación de estrategias consensuadas con el productor forestal y la adopción de buenas prácticas de manejo forestal en una superficie cercana a 50.000 ha.
En este ámbito, “ya se gestó un protocolo de estrategias de conservación de la biodiversidad en plantaciones forestales de salicáceas, que plasma los conocimientos técnicos y los saberes populares a través del consenso entre los productores, ONGs ambientales, Universidades y empresas forestales acerca de la conservación del ecosistema”, contó Fracassi.
Se trató de un modelo organizativo basado en investigación Acción Participativa realizada con actores clave de la región con vistas a crear las tecnologías de manejo sustentable. Se buscó el consenso entre las visiones empresariales y la de los ambientalistas generando como resultado un protocolo de gestión factible de ser certificado, validado científica, económica y ambientalmente.
El impacto de este trabajo se traduce en la instalación de la problemática de la gestión ambiental en la principal actividad económica de la región (la forestación de salicáceas) y en el principal segmento de productores forestales. Mediante la creación conjunta de prácticas económicamente factibles se logró la adhesión de las empresas a prácticas de gestión forestal sostenible, como la “prohibición de Caza” en 29700ha; la “incorporación de agua a los campos endicados” en 29000ha; la “No Quema de Pastizales” en 20000ha; la “Incorporación de la Materia Orgánica al Suelo” en 1300ha y la mención de 15 arroyos nativos para avanzar en la creación de “Corredores Biológicos”, además de 18 “refugios de bosque”.
En este momento, este proyecto cuenta con fondos del proyecto BIOSILVA (GEF 090118-UCAR-MINAGRI) para la evaluación a campo de las estrategias generadas.