En el marco del día del peluquero, una industria que emplea a más de cien mil personas en cuarenta y dos mil salones del país y representa un volumen de negocio superior al 1% del PBI de Argentina, se reconoció la trayectoria de Oscar Colombo, Claudio Cerini, Jorge Sánchez, Bruno Salas y Andrea Paparella por su contribución al desarrollo del sector y de la industria de la belleza. Esta primera edición fue especial ya que contó con la participación de Nathalie Roos, Presidenta Mundial de la División de Productos Profesionales de L’Oréal y miembro del Comité Ejecutivo Global de la compañía, quien reconoció a los artistas y brindó su apoyo para seguir evolucionando en esta industria que tanto aman.
“A través del L’Oréal Hair Pro Awards queremos reconocer la dedicación al trabajo, el constante perfeccionamiento, la promoción de ideas y buenas prácticas. Creemos que todos ellos han sabido adaptarse a los cambios generacionales y económicos y que han logrado interpretar las nuevas tendencias temporada tras temporada. Pero por sobre todo han ayudado a crear conciencia sobre la importancia de jerarquizar la profesión” asegura Ulises Stegmayer, Director Artístico y Desarrollo Educativo, y agrega “En el ADN de cada uno está presente la creatividad, la docencia y el espíritu emprendedor, rasgos imprescindibles en un buen estilista, por eso los elegimos para reconocerlos en esta primera edición”.
Son puqueros de renombre, con profesionalización continua, a cargo de sus espacios propios y los responsables de lookear la melena de las celebrities más destacadas de Argentina y sin embargo, han sufrido algunos ‘imprevistos’ muy divertidos que compartieron con los presentes en la ceremonia.
A los 15 años, Jorge Sánchez – embajador de Kérastase en Argentina – tomó una tijera del costurero de su madre y la ayudó a “emparejar” las puntas del cabello “mi mamá volvió muy contenta de la peluquería de barrio donde se hacía siempre la permanente, pero tenía olor a cabello quemado y todas las puntas abiertas y desprolijas. Le pedí que se siente y agarré una tijera… empecé a recortar las puntas y siempre me quedaba una más larga que la otra, seguí, seguí hasta emparejarlas y cuando nos dimos cuenta no tenía más permanente!!! Le había quedado la melena super corta… para arreglarlo le puse un matizador que se usaba en la época, el cabello le terminó quedando azul, costo y sin rulos… lo más gracioso es que a sus amigas les encantó el look, entonces a partir de ese momento, después de hacerse la permanente venían a casa para que les corte las puntas” así empezó su carrera, asegura que al principio lo hacía para pagarse los estudios de medicina pero que luego se terminó enamorando y se dio cuenta de que la peluquería también era una ciencia.
Por su parte Oscar Colombo, embajador de L’Oréal Professionnel agregó “Una anécdota graciosa de mis comienzos fue cuando se me ocurrió hacerle un color rubio a mi hermana. Yo en ese momento tenía 15 años y como todo peluquero creía que ya me las sabía todas, me había iniciado en la industria a los 8 años, cortando y peinando a mi familia, por lo cual ya tenía 7 años como peluquero” y agregó “el resultado fue atroz, pasamos de un castaño a un rubio platinado casi blanco, su marido casi me mata cuando la vio. Pero tuvimos la suerte de que era carnaval jaja, ¿sabes por qué? Decidimos volver a su castaño con un tono negro azulado que estaba muy de moda en la época… pero en el proceso de coloración me tomó más el pigmento y quedó completamente azul el cabello!!! Desesperados comenzamos a lavar una y otra vez el cabello hasta que quedó celeste. Mi hermana casi me mata!” y finalizó “decí que tuve la suerte de iniciarme con mi familia, con mi hermana, mi musa inspiradora, de hacer prueba y error. Después de tantos años de carrera sigo aprendiendo y es un consejo que siempre les doy a todos los apasionados por esta maravillosa industria, ¡siempre hay algo para aprender, siempre sigan capacitándose!”.
Una de las historias más contemporáneas que se escuchó en la noche de los “L’Oréal Hair Pro Awards” fue la de Claudio Cerini, socio técnico de L’Oréal Professionnel “Una de las anécdotas más lindas de mi carrera involucra nada más ni nada menos a Francis Ford Coppola. Por el 2009 realizamos un desfile junto a L’Oréal Professionnel donde cada estilista se encargada de los looks de la pasada de un reconocido diseñador local, a mí me tocó trabajar con Fabián Zitta. Unos días después del desfile me llama una mujer con un acento eslovaco en nombre de Coppola, si mal no recuerdo era un domingo a la noche, un día extraño para recibir una llamada así… como todos mis amigos conocen mi fanatismo por él y por El Padrino pensé que era un chiste por parte de ellos, y me llamaba una y otra vez y yo le cortaba el teléfono. Hasta que me dice ‘señor si le parece le puedo comunicar a Francis que está alado mío’… al escucharlo no lo podía creer!!! Finalmente era él, estaba en el país produciendo Tetro y quería que recreemos el desfile con Fabián para una de las escenas de la película. Filmamos en el Palacio Sans Souci, fue una de las anécdotas más divertidas de mi carrera…”