Peluquero de toros y vacas para la Asociacion Argentina de Angus

El peinador de vacas y toros que desde hace más de 20 años se dedica a esta actividad de manera artesanal se llama Mario Vincenti, quien comparte una serie de tips a tener en cuenta, a la hora de presentar el animal en la pista, disimulando defectos y destacando virtudes.

“Una vez que sabemos quién fue seleccionado para la exposición, empezamos tres meses antes a soplarle el pelo con una máquina que tira viento, los bañamos tres veces por semana para ir despegándolo del cuero y para que llegue el pelaje con más fuerza se lo rasura en el mes de diciembre”.

Además, con el fin de dejarles el pelaje más brilloso y suave, el baño se les aplica  detergente con limón, y como si esto fuera poco, una pasta especial.

Pero después del peinado, viene el maquillaje: “Para que sea un trabajo profesional, antes de salir al show, les preparamos las patas, les ensanchamos los huesos con productos especiales, se les pone un líquido para inflarles el pelo, a las hembras se les hace un jopo, y se les pone mucha brillantina para que tengan más brillo”,dijo Vincenti, y remarcó que el lado que más se trabaja es el derecho porque es el que examina el jurado.

A muchos animales no les convence que les “destaquen sus virtudes” y se muestran reacios  a la hora de la peluquería, especialmente las hembras, nos cuenta Mario.

De esta manera, compara  la relación peluquero-animal con un Boca-River, y comenta que muchas veces tienen  que dormirlos para poder trabajar. En este sentido, dijo que se trata de un proceso el conocer al animal, que siempre le pregunta al cabañero, qué es lo que  le gusta y qué no, y en base a esa información realiza el “peluqueado.”

A los 41 años, Mario Vincenti dice que “no para de trabajar”, vivió un año y medio en Estados Unidos para perfeccionarse, y con entusiasmo nos cuenta que trabajó durante tres meses para el actor de Hollywood Mel Gibson, en su Rancho en Montana.

Asimismo, dijo que “gracias a las vacas conoció el mundo” y sin duda, además de las Ferias de la Argentina, dejó su huella en Uruguay, Paraguay, Chile, Perú, y Sudáfrica para que los bovinos que pasan por sus manos, sean los más fashion de la pista.