El Programa «Huellas de Esperanza» («Pathways of Hope») fue creado por la Hermana Pauline Quinn en los Estados Unidos. Este proyecto consiste en enseñar a los internos dentro de las cárceles el arte del adiestramiento canino, para que sean utilizados con fines sociales, como perros de servicio (lazarillos, perros para sordos, personas con discapacidad motriz, etc.). De esta forma, los presos tienen la posibilidad cierta de tener una oportunidad de reinserción en la sociedad con una profesión digna y sobre todo de beneficiarse con los efectos del vínculo emocional establecido con los animales.
En Argentina, desde principios del 2011, en la Colonia Penal de la Penitenciaría N°19 de Ezeiza, se realiza este proyecto. Para este programa fueron seleccionados tres internos, por sus perfiles personales adecuados para desarrollar tareas que requieran de paciencia, tolerancia y persuasión, y que amen a los animales. Trabajan de manera intensiva con tres cachorras que participan en el programa, y trabajan en conjunto con dos adiestradores egresados de la UBA, un médico veterinario, un asistente social y una psicóloga. Durante el entrenamiento, los canes aprenden diferentes tareas inherentes a la asistencia de discapacidades (motrices, auditivas, visuales), transformándose en perros de asistencia en el transcurso de un año, estimativamente.
Próximamente, los perros que participen del programa y provengan de la red de refugios de Adopción Pedigree®, serán en su mayoría animales rescatados o que han sido abandonados y privados del beneficio de tener una familia. A través de este programa, los canes tendrán una nueva oportunidad
El programa está a cargo del Servicio Penitenciario Federal, conjuntamente con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, bajo convenio con la Asociación SOS Vida presidida por el Dr. Juan Enrique Romero, y cuenta con el apoyo de PEDIGREE® y la Fundación Camila Dragone.