Nuevo equipamiento para secuenciación y vigilancia epidemiológica

De esta manera Argentina estará al nivel de los grandes centros internacionales que trabajan en secuenciación de virus y vigilancia epidemiológica. La importancia de estas tareas radica en que los virus cambian con el transcurso del tiempo, por lo que mantenerlos vigilados de manera más efectiva permitirá establecer nuevos tratamientos, crear vacunas y evitar futuras epidemias.

Días atrás, el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Dr. Lino Barañao, visitó las instalaciones del laboratorio y tomó conocimiento del funcionamiento del nuevo instrumental recibido. La entrega se hizo en el marco del “Proyecto de Genómica de Virus FLuAswH1N1”, que cuenta con financiamiento de este Ministerio a través de La Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.

«El equipamiento de avanzada provisto permitirá el monitoreo continuo de las distintas variantes virales, como influenza, dengue, etc. En el caso de influenza esto es importante para detectar mutaciones que otorguen resistencia a agentes retrovirales o las que pudieran tener lugar durante el proceso de amplificación del virus para la fabricación de vacunas. Es igualmente importante para monitorear las distintas variantes del virus del dengue, ya que la infección cruzada es la que se asocia a la forma hemorrágica de la enfermedad», afirmó el ministro Barañao.

También la Dra. Alicia Mistchenko, jefa del Laboratorio de Virología del Gutiérrez, se refirió al valor del nuevo instrumental: «Los equipos que recibimos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva permiten continuar y mejorar sustancialmente el trabajo, ya que los que utilizábamos tienen diez años, lo que en términos de tecnología es muchísimo tiempo. Ahora podemos trabajar en tiempos más cortos, lo que es de enorme importancia para la vigilancia epidemiológica de agentes potencialmente epidémicos», explicó.

Este laboratorio se especializa en virología médica pediátrica, su objetivo es estudiar y conocer aquellos virus que afectan en forma epidémica la salud de los niños. Sus investigadores trabajan fundamentalmente con brotes epidémicos habiendo caracterizado: sarampión en el año 1998, dengue en 2000, 2007 y 2009; rubeola en 2008, influenza en 2009; brotes estacionales de virus respiratorios entre 2000 y 2009 (virus sincicial respiratorio (RSV), adenovirus, parainfluenza, influenza); e infecciones del sistema nervioso central entre 1999 y 2003 (enterovirus).

«La secuenciación es una herramienta metodológica. Nuestro trabajo es constante en el área de caracterización de virus en brotes epidémicos, es versátil con respecto a la cantidad de virus que hemos trabajado y por sobre todo tiene un impacto médico directo en la salud», señaló Mistchenko.

Los virus tienen una notable estacionalidad: hay algunos propios de los meses de invierno, otros estivales. También tienen una notable capacidad de cambio, evaluables a nivel genético, que los hace ser siempre un poco distintos y les permite volver cada año. La suma de cambios a través de los años puede generar divergencias mayores y dar origen a subtipos virales diferentes. Este proceso evolutivo tiene implicancias directas, como la supervivencia de los virus, e indirectas, como la falta de respuesta a vacunas, resistencia a antivirales u otras. Lo importante es que la acumulación de cambios puede dar lugar a características nuevas con influencia en el futuro.

«El paciente, el virus y la situación epidemiológica en tiempo real son integradas en cada momento para llegar a un diagnóstico certero, para brindar orientación médica a las consultas que recibimos y para saber puntualmente qué virus esta causando un brote epidémico determinado», explicó Mistchenko.

Para lograr tal análisis se requiere una serie de factores: tener un número elevado de consultas provenientes de un área geográfica amplia y atender las consultas clínicas con criterio médico abarcativo. Esto permite integrar al enfermo con la situación epidemiológica actual y la fisiopatología de la enfermedad; y una vez llegado el virus buscarlo en la población, para ver si se está en presencia de un brote. El virus es estudiado desde el punto de vista genético, utilizando secuenciación de los ácidos nucleicos, y desde el punto de vista biológico, mediante métodos de aislamiento viral y expresión de genes.

La Dra. Mistchenko también señaló: «con este enfoque trabajamos en los brotes epidémicos de sarampión, influenza, virus sincicial respiratorio, rubéola, enterovirus y dengue». Asimismo, agregó: «el tema dengue merece una consideración particular, porque recién en el 2009 hemos detectado circulación local, fenómeno inusitado para este virus. Históricamente no había transmisión de dengue en Buenos Aires, los casos detectados correspondían a personas que habían visitado áreas endémicas y llegaban ya enfermos. Este año la situación fue diferente, lo cual obliga a estudiar aún más los tipos y subtipos virales que circulan en nuestra región».

El laboratorio también realiza investigación científica básica. En este momento las líneas de trabajo son: influenza, dengue, adenovirus y RSV. Predominan los análisis de genes y en algunos casos estudios del genoma (como en los casos del adenovirus 7, el dengue 1 y la influenza).

«Es destacable el profesionalismo y la dedicación evidenciada por el grupo del Hospital Gutiérrez. Un verdadero orgullo y un ejemplo concreto del beneficio que la actividad científica tiene para la calidad de vida de la población», finalizó el Dr. Barañao.

Entre el equipo recibido se destaca: un secuenciador ABI 3500, un Biorad Real-Time PCR System IQ5, accesorios para secuenciador MegaBACE 1000, un termociclador BioRAd, un sistema de documentación geles, una centrífuga refrigerada y otra de mesa con accesorios. Además, se espera la llegada en breve de una cabina de seguridad biológica tipo II A2 y un ultra freezer vertical.

El nuevo equipamiento será utilizado para continuar con las tareas indicadas, aumentando la capacidad de trabajo del laboratorio y contribuyendo a su modernización. El nuevo secuenciador implicará un salto tecnológico muy importante, ya que han transcurrido diez años desde la adquisición del equipo anterior. A su vez, entre el material entregado hay equipos que mejoran la seguridad biológica porque evitan la exposición al bromuro de etidio, que es carcinogénico.