El arribo a Cuyo marca el final de la fusión con Tarjeta Nevada, proceso que incluyó dos etapas previas: la primera en las ciudades del NEA, Patagonia y Centro del país. Y la segunda, con el foco en San Luis y el NOA. Además, se llevó a cabo un plan de integración y sinergia entre las casas matrices de Córdoba y Mendoza a los fines de brindar la mayor cantidad de oportunidades para nuestros colaboradores.
Para el desembarco en estas provincias, Naranja invirtió $ 120 millones en la remodelación de las sucursales, en el diseño y ejecución de la campaña publicitaria; además del desarrollo de sistemas, gestión del cambio y entrega de plásticos.
Dicha decisión estratégica llega en un momento clave para Naranja que inició en 2017 un proceso de evolución marcado por el cambio de identidad, la exploración de nuevos negocios, la digitalización de productos y el foco puesto en la experiencia del cliente.
“Este desembarco refuerza el liderazgo de Naranja como una empresa de primer nivel nacional, con una propuesta de valor de excelencia, siempre con las personas en el centro y comprometidos con el propósito de facilitar con alegría y compromiso la vida de cada persona, capacitados para resolver las necesidades de los clientes”, precisó Alejandro Asrin, presidente de la compañía.
A partir de esta fusión, la principal emisora de tarjetas del país suma 320 mil clientes en la región de Cuyo, quienes desde el próximo 1° de noviembre podrán acceder a todos los productos y servicios Naranja. También podrán realizar compras en los más de 260 mil Comercios Amigos de todo el país y contar con beneficios exclusivos en los 14 mil de San Juan y Mendoza.