Gastón Casati, experto en Misión Crítica en Motorola Solutions
Las actuales medidas de distanciamiento social que han tenido que tomar las ciudades en Argentina para enfrentar la pandemia, han elevado la dependencia de las compañías por la tecnología, impulsando un mayor uso de la red y de las infraestructuras TI que necesitan las compañías para subsistir. Para que estos procesos no se vean afectados, es fundamental que todas las herramientas, artefactos o dispositivos tecnológicos que garantizan el funcionamiento de la empresa, continúen trabajando sin interrupción durante las 24 horas del día.
Sin embargo, existen diferentes situaciones de emergencia que podrían generar caídas en los sistemas operativos de las compañías durante la crisis por COVID-19. En este sentido, los sistemas de monitoreo de misión crítica cobran un valor fundamental, ya que cuentan con una infraestructura capaz de brindar un monitoreo constante de todos los equipos de la empresa, anticipándose a las situaciones de emergencia que podrían generar caídas y afectar los tiempos de respuesta en procesos de fabricación o de facturación, por mencionar algunos.
Dentro de estos posibles escenarios de emergencia, preocupan en gran medida los ataques cibernéticos dados por hackeos, malware, pérdida y robo de datos, los cuales, según el Informe Trimestral de Ciberseguridad, TicTac, han aumentado en un 37% a raíz de la pandemia.
Cuando ocurre un delito informático, las compañías tardan en promedio un mes en volver a recuperar todos los servicios. Por esto, las redes de misión crítica deben contar con sistemas de alta seguridad que permitan identificar a tiempo los ataques virtuales y garantizar el transporte seguro de los datos. Se estima que cuando este tipo de fallas se detectan de manera tardía pueden ocasionar grandes pérdidas económicas e indisponibilidad de los servicios prestados. La Indisponibilidad de sistemas de misión crítica atenta con la seguridad y vida de las personas.
Por su parte, estos sistemas de misión crítica resaltan la necesidad de renovarse constantemente, ya que después de cuatro años de funcionamiento se consideran obsoletos. Esto puede suceder porque no encajan con los paradigmas modernos de recuperación de desastres o porque presentan riesgo de pérdida de datos en caso de corte de luz, entre otros.
Actualmente, en el mercado existen diferentes sistemas de misión critica que permiten proteger y ampliar las inversiones pasadas en aplicaciones de software modernos. Es así como las empresas pueden encontrar en la tecnología un aliado que les permita evolucionar y así poder responder de una mejor manera a las necesidades de sus clientes, durante las 24 horas del día y los siete días de la semana.