“Esta acción surgió a través de uno de nuestros colaboradores, Arturo Dewey, Gerente de Servicios Corporativos, que tenía vínculos con personas que realizaban campañas en la Antártida. Allí nos enteramos que durante el período de estancia en la base, las personas suelen verse afectadas por la falta de ejercicio y actividad corporal, sumado al sedentarismo producto de las bajas temperaturas”, señaló Fernando Storchi, Director de Megatlon.
Por tal motivo, un equipo de la mayor red de gimnasios de la Argentina se puso en contacto para iniciar las conversaciones y analizar la factibilidad de llevar un gimnasio acorde a las necesidades de los residentes en el continente blanco, como se lo conoce comúnmente.
“El proyecto fue aceptado con mucho entusiasmo desde el primer momento. Lo más complejo fue el traslado de los equipamientos al destino porque tenían que ser llevados en un avión Hércules que es el que utiliza la Fuerza Aérea Argentina para los viajes a la Antártida”, enfatizó Fernando Kleiman, Director de Megatlon.
Luego de varios viajes, en donde se transportaron bicicletas, máquinas para ejercitar los músculos, colchonetas, pesas y cintas mecánicas, se comenzó a acondicionar las instalaciones para la práctica de ejercicios. El lugar elegido fue un espacio ubicado en el salón de usos múltiples en una de las alas de la base.
Desde los primeros días de mayo, los habitantes temporales de la base Marambio, principalmente personal destinado a investigaciones ambientales, disfrutan de realizar actividad física que les permite estar en forma para enfrentar las duras condiciones climáticas en los meses de invierno, temporadas en donde el termómetro desciende hasta los 30 grados bajo cero.