El estudio, que incluyó principalmente a pacientes con cáncer de mama y de pulmón, se publica en la edición de noviembre de la revista Pain Medicine que publica la Academia Estadounidense de Medicina del Dolor.
Los pacientes adultos jóvenes con cáncer, de hasta 40 años de edad, indicaron más episodios de dolor y más dificultades para pensar rápida y lógicamente seis meses después de su diagnóstico, comparados con los adultos de más edad.
El dolor es común en el cáncer ya sea una aflicción permanente o episodios que interrumpen un dolor bien controlado. Los estudios internacionales indican que casi el 70 por ciento de las personas que están muriendo de cáncer padecen dolor sin alivio.
«Nuestro estudio proporciona pruebas del costo significativo del dolor del cáncer sobre el bienestar y la salud en general de los pacientes jóvenes y adultos por igual, pero además da cuenta de un costo que se incrementa para los jóvenes adultos, especialmente el costo financiero», dijo la autora principal del estudio Carmen R. Green, una anestesióloga especializada en la medicina del dolor.
En el estudio los investigadores encontraron que los grupos más jóvenes de pacientes tienen dolor en más sitios –unos 4,5 ubicaciones comparadas con 2,2 para los adultos de más edad—hasta seis meses después del diagnóstico.
Los adultos de más edad dieron cuenta principalmente de dolores espinales, y entre los adultos jóvenes se escucharon informes de dolor en la columna vertebral, los brazos, el abdomen y otras partes según el estudio.
En la encuesta el 75 por ciento de los pacientes informó que tenía problemas en los juegos para el cuidado de la salud, lo cual fue dos veces más que la proporciona de la que informan lo adultos mayores.
Green y la co autora Tamera Hart Jonson, investigadora asociada de la UM, encuestaron a unos 100 pacientes con etapas avanzadas de cáncer de mama, pulmón, cáncer colorrectal, y melomas múltiples, un cáncer de la médula espinal.
Entre los pacientes de cáncer el grupo más joven, es decir los menores de 40 años, mostró la mayor interferencia del dolor pero mejoró sobre el tiempo, de acuerdo con el estudio.
Por ejemplo el 8 por ciento de los adultos jóvenes indicó que el dolor afectada su estado de ánimo comparado con el 4,35 por ciento de los adultos en el grupo de 41 a 59 años de edad, y el 4,14 por ciento entre los mayores de 60 años de edad.
«Los grupos no diferían mental o emocionalmente en el momento del diagnóstico, pero tanto el funcionamiento cognitivo como la depresión empeoraron para los adultos jóvenes con seis meses de tratamiento y la seguía su batalla con el cáncer», dijo Green.
El grupo de más edad mostró un mejor funcionamiento emocional al comienzo pero seis meses después su funcionamiento físico había empeorado significativamente.
Otros estudios más adelante procurarán determinar la forma en que la edad del paciente afecta las preferencias y actitudes acerca del manejo del dolor.