Nissan Argentina anuncia la llegada del totalmente nuevo Nissan Murano, la tercera generación de su crossover insignia. Reforzando su compromiso con el país, la marca japonesa regresa a competir en el mercado de los crossovers.
La tercera generación del crossover japonés apuesta fuerte al diseño y toma vida a partir del auto concepto Resonance. Nissan Murano presenta un diseño exterior impactante incorporando tecnologías prácticas e intuitivas.
La primera generación de Nissan Murano llegó a los mercados de América Latina en 2003 y tuvo un profundo impacto en el mercado de SUVs. Además de ser uno de los primeros crossovers en la región, ofrecía un diseño fresco combinando la elegancia y elementos Premium. La segunda generación, develada en 2009, mantuvo su fuerte posición como crossover insignia de Nissan, así como la base sólida de clientes entusiastas que continuaron fieles al modelo.
Para esta tercera generación los estándares eran muy altos. Mientras que el Nissan Murano original tomó su nombre e inspiración de la elegancia de la cristalería artesanal italiana, la última generación toma su inspiración del futuro, expresado en el vehículo concepto Resonance.
Nissan produce vehículos concepto no sólo para entretener a las audiencias en los grandes auto shows, sino para explorar estándares de diseño y llevarlos a producción. Tomando vida a partir del audaz concepto Resonance, Nissan Murano es el mejor ejemplo.
Una de los premisas centrales, tanto para el diseño del exterior como para el interior de Nissan Murano fue elevate your experience, lo cual es intuitivamente contrario a la robustez tradicional de un vehículo utilitario deportivo. Esto ayudó a inspirar el diseño aerodinámico de punta y tres elementos clave en el lenguaje de diseño de la firma Nissan la parrilla en v-motion, la iluminación en forma de boomerang y el techo “flotante.
Manteniendo la idea de viaje futurista, los diseñadores se encargaron de crear un efecto gravitacional para captar la atención de los consumidores por medio del impacto visual; desafiando al mismo tiempo la gravedad con una ligereza de formas a través de la utilización de vidrio y líneas en movimiento. Con el último diseño se mantuvieron y expandieron las prominentes áreas de cristal de la primera generación de Murano, incluyendo el uso de su techo
inspirado en un jet y las columnas D que parecen estar desconectadas del techo, aligerando visualmente la cabina. El resultado es una sensación flotante única que puede ser reconocida desde muy lejos.
Otro elemento clave es el refinamiento continuo de las luces delanteras y traseras de tipo boomerang, que se introdujeron originalmente en el Nissan 370z. Para Murano, se añadieron las luces distintivas de la firma reconocibles inmediatamente por la noche.
Los faros de LED en línea proporcionan un excelente rendimiento y durabilidad (en comparación con las luces de halógeno y xenón). El diseño de las luces LED traseras tenía que estar balanceado con la utilidad requerida para un crossover, y con la forma final perfectamente integrada en el cristal posterior, transmitiendo una calidad de alta tecnología.
Los laterales escultóricos de Murano también crearon un desafío de ingeniería. Aunque es similar en dimensiones a la generación anterior de Murano, el diseño es ligeramente más bajo, más ancho y más largo, mejorando la aerodinamia sin comprometer la altura deseada y la postura. Los paneles laterales inferiores ofrecen un equilibrio de aerodinamia y robustez.
Otros detalles críticos, como la parrilla frontal y guardabarros traseros, entre otros, ayudan a lograr una mejora en la aerodinamia general (en comparación con el diseño de la generación previa).
Los diseñadores e ingenieros probaron Nissan Murano tres veces más de lo normal en el túnel de viento, para demostrar un coeficiente de resistencia de 0.31, igual que muchos coches deportivos y muy cercano al coeficiente del Nissan 370z; al día de hoy Nissan Murano tiene el mejor coeficiente de su segmento.