La Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) llamaron hoy a los países de la región a implementar la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, que fortalece la protección de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de las personas mayores, incluido su derecho a la salud.
Actualmente hay más de 150 millones de personas mayores de 60 años en las Américas y se proyecta que para 2020 serán unos 200 millones. En America Latina y el Caribe, cerca del 50% de las personas mayores no tienen recursos suficientes para financiar sus necesidades diarias, lo que implica un desafío al momento de asegurar su salud y bienestar.
Para enfrentar esta situación, la nueva convención, aprobada el 15 de junio en la Asamblea General de la OEA, establece medidas específicas para regular áreas vinculadas a la salud y al envejecimiento saludable, como la protección del derecho de las personas a la salud, a la seguridad social, al trabajo, a la vivienda, a tener información sobre los tratamientos, a los cuidados paliativos, y contra la discriminación y abuso. Es el primer tratado de derecho internacional público cuyo objetivo es promover y proteger específicamente los derechos humanos de las personas mayores.
“La Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores ayudará a las Américas a superar mucho de los desafíos que las personas mayores siguen enfrentando para tener un envejecimiento saludable y activo”, afirmó Carissa F. Etienne, Directora de la OPS, durante un evento celebrado hoy en la sede de la OPS en Washington, D.C. Etienne llamó a los gobiernos, las organizaciones internacionales, nacionales y de la sociedad civil, entre otros actores involucrados “a redoblar esfuerzos para promover y proteger los derechos humanos y el bienestar de 150 millones de personas mayores de 60 años que viven en las Américas”.
“Estamos haciendo un llamamiento a los Estados miembros a convertirse en signatarios de esta importante convención. Como hemisferio, tenemos que unir esfuerzos en torno a ella para asegurar que ofrecemos los apoyos necesarios a las personas mayores para el ejercicio pleno de sus derechos”, subrayó Luis Almagro, Secretario General de la OEA. “La convención permitirá dar más visibilidad a las cuestiones relacionadas con el envejecimiento y reforzar las obligaciones jurídicas de respetar, promover y realizar esos derechos humanos de las personas mayores”, añadió.
Cinco países de la región han firmado esta convención (Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay). Para que entre en vigor, se necesita que al menos dos Estados partes la ratifiquen.
Por su parte, Sandra Huenchuan, Especialista en Envejecimiento de la CEPAL, destacó el compromiso de los países al aprobar esta convención hace dos meses y llamó a redoblar esfuerzos para ponerla en práctica. “Esta convención es una herramienta invaluable para ofrecer a las actuales futuras generaciones de personas mayores una buena vejez”, subrayó.
En el evento, los representantes de la OPS, OEA y CEPAL convocaron a la acción a los Estados, agencias internacionales, academia, sociedad civil y organismos de derechos humanos para trabajar en cinco líneas de acción concretas:
- Difundir la Convención con acciones que promuevan y eduquen sobre las medidas que plantea;
- Apoyar a los gobiernos a realizar consultas participativas sobre la Convención
- Fortalecer la inclusión de temas vinculados a las personas mayores en el trabajo de las agencias del sistema interamericano y de Naciones Unidas;
- Facilitar una colaboración estrecha con las organizaciones socias para capacitar a las autoridades sobre las normas que propone la Convención;
- Alentar a la comunidad internacional a apoyar iniciativas nacionales que aborden el envejecimiento saludable y faciliten información a las personas mayores sobre sus derechos humanos.
Un panel de expertos se refirió a la necesidad de adoptar la convención e implementarla. Ideli Salvatti, Asesora Especial del Secretario General en Acceso a Derecho y Equidad de la OEA, indicó que la convención dará más visibilidad a los temas de envejecimiento y que es un instrumento para promover políticas públicas efectivas para cuidar los derechos humanos de las personas mayores. En tanto, Rosa Kornfeld-Matte, Experta Independiente de las Naciones Unidas sobre el Disfrute de todos los Derechos Humanos de las Personas Mayores, aseguró que este instrumento jurídico atiende la necesidad del envejecimiento de que se reconozcan sus derechos humanos de manera específica.
La OPS colaboró, desde 2011, con el grupo de trabajo de la OEA sobre los derechos humanos de las personas mayores en la redacción de esta Convención. Algunas claves de la Convención vinculadas a la salud de las personas mayores:
- Los Estados partes se comprometen a adoptar medidas para prevenir, sancionar y erradicar prácticas como el aislamiento, abandono, sujeciones físicas prolongadas, hacinamiento, negación de nutrición, tratamientos médicos inadecuados, entre otros.
- También adoptaran medidas para que las instituciones públicas y privadas ofrezcan a la persona mayor un acceso no discriminatorio a cuidados integrales, incluidos los cuidados paliativos, eviten el aislamiento y manejen apropiadamente los problemas relacionados con el miedo a la muerte de los enfermos terminales, el dolor y eviten el sufrimiento innecesario.
- Las personas mayores tienen el derecho irrenunciable a manifestar su consentimiento libre e informado en el ámbito de la salud.
- Los Estados parte se comprometen a diseñar medidas para que las personas mayores puedan gozar de su derecho a in sistema integral de cuidados que provea la protección y promoción de la salud, cobertura de servicios sociales, seguridad alimentaria y nutricional, entre otros aspectos.
- Se comprometen a adoptar medidas para asegurar que las personas mayores tienen derecho a vivir una vida sin ningún tipo de violencia y maltrato, por lo que los países deben tomar medidas al respecto.
- La discriminación por vejez queda prohibida.
Los países deberán implementar políticas de salud intersectoriales para brindar una atención integral que incluya la promoción de la salud, la prevención, la atención de la enfermedad en todas sus etapas y la rehabilitación y cuidados paliativos de la persona mayor para que pueda disfrutar del más alto nivel de bienestar.