Por Fernando Gorbarán, CEO de Messe Frankfurt Argentina
El 11 de julio de 1240, el emperador Federico II otorgó a la ciudad de Frankfurt am Main los derechos para la realización de ferias. Setecientos ochenta años después, la industria de exposiciones tiene en su haber una historia repleta de acontecimientos, que incluyen numerosos éxitos y también varias crisis -incluidas dos guerras mundiales- de las que ha sabido recuperarse.
Una mirada hacia el pasado demuestra que las ferias comerciales, como espejos de la economía, se enfrentan repetidamente a desafíos, pero siempre han funcionado como una plataforma para promover la recuperación económica en tiempos de crisis. El más reciente y que aún sigue en curso es, sin dudas, la pandemia de Covid-19. Pero tras un cierre global de varios meses y la reprogramación de los eventos, poco a poco el mundo vuelve a celebrar exposiciones en países que están retornando progresivamente a la actividad.
Las buenas noticias vienen de China y Alemania, en donde se habilitaron las exposiciones con el enfoque de no considerar a los encuentros B2B (business to business) como iguales a un acontecimiento masivo, ya que se desarrollan en lugares amplios y con estricto cumplimiento de las normas de higiene y seguridad que incluyen no solo el distanciamiento y el uso obligatorio de máscaras, sino también el requisito de que todos los visitantes se registren por adelantado de manera online.
Los eventos realizados recientemente enviaron una señal muy clara: las industrias están listas para que regresen las ferias comerciales y los visitantes han demostrado que los encuentros y el diálogo cara a cara son irremplazables. Esto se refleja en los más de 40.000 visitantes y 800 expositores que participaron de las exposiciones textiles realizadas en China durante julio de este año, a pesar de la pandemia.
Los encuentros personales seguirán siendo la esencia de la industria, esto es algo que no va a cambiar. Lo que sí ocurrirá es que los procesos de digitalización se desarrollarán más rápidamente. La virtualidad no es la solución al encuentro físico, pero sí una herramienta que nos va a ayudar y mucho. Los organizadores profesionales estamos preparándonos para llegar a una mayor audiencia. En ese marco es que hablamos de los eventos híbridos y de combinar lo que suceda en el espacio físico con lo virtual y las redes. Tenemos el desafío de construir eventos del mundo real que convivan con plataformas virtuales.
Para seguir siendo facilitadores de negocios y partícipes del cambio estamos preparados para responder a los nuevos desafíos, ofrecer lo que los participantes y las industrias necesitan, cumpliendo con las nuevas normativas y los requisitos locales. Pero con la premisa de que los encuentros y el diálogo cara a cara son irremplazables.