La cita fue en el Salón Ocre de la Rural de Palermo, los días 18, 19 y 20 de mayo. La comitiva riojana estuvo encabezada por la Secretaría de Turismo y la Casa de La Rioja, que junto con las empresas y agencias privadas dedicadas al sector ofrecieron en detalle a los asistentes al evento los productos turísticos de la provincia.
Las agencias Corona del Inca y Runacay, el operador del Parque Nacional Talampaya Rolling Travel, se lucieron con sus amplias propuestas que, por las condiciones climáticas, son operables todo el año. Salvo Laguna Brava que se encuentra en plena Cordillera de los Andes, la larga lista de alternativas, que se abre con el Gran Cañón de Talampaya, surgen como inmejorables para la temporada invernal.
El Naindo Park Hotel presentó sus opciones de alojamiento en la ciudad capital, que concentra un conjunto de atractivos circuitos turísticos que permiten el encuentro con un pasado milenario: el Pucará de Hualco, la zona de “La Costa”, con su nuevo circuito de bodegas artesanales, Huayrapuca con sus secretos de la nuez.
Si de vinos se trata, recorrer el circuito de bodegas artesanales del corredor de la costa riojana es otra opción colmada de tradición, historia y paisajes pintados por Dios. Bodega La Puerta estuvo presente en el SITI e invitó a degustar sus elegantes delicias.
El inalterable Parque Nacional alberga un verdadero tesoro de belleza e historia. A pie, en bicicleta, bajo un cielo azul profundo o el resplandor de la luna llena, cualquiera de las originales propuestas son aptas para conocer los vestigios de un remoto mundo perdido.
“Ciudad Pérdida” y “Circuito Arco Iris” son los nombres de los paisajes que forman parte de un territorio de 215 hectáreas separadas solamente por la línea imaginaria que marcan los mapas turísticos. Recorrer esta árida geografía es en sí misma una aventura.
El turismo rural también es una opción en La Rioja, que cuenta con gran diversidad de posadas. Además de mostrar las características de la vida de campo, ofrecen distintas actividades de recreación para todas las edades, como cabalgatas, trekking, cuatriciclos, 4×4, y parapente, entre otras.
Otras propuestas, como la Quebrada del Cóndor, el atractivo del vértice sur, es uno de los pocos apostaderos de cóndores donde se puede sentir el vuelo rasante de estos reyes del cielo; la Cuesta de Miranda, un trazado serpenteante de 14 kilómetros y 800 vueltas que desafía al mareo y el carrovelismo en el Barreal de Arauco, para los más osados.