Infortambo tiene nuevo diseño, y al igual que las ediciones de Brasil, Argentina y Colombia, la mudanza se enmarca en un contexto de continua evaluación sobre cómo enunciar y cómo abrirle lugar a la comunicación en sus páginas.
El cambio aspira a adecuarse a los tiempos, las nuevas generaciones y a las nuevas formas de encarar hoy la gráfica. En tal sentido, la propuesta genera un mejor clima de lectura, ordenando y jerarquizando los niveles de información, acompañando el recorrido de lectura de siempre, dando más aire donde sea necesario. El cambio permite una mejor lectura de los contenidos sin por ello perder consistencia.
Sin embargo, no todo es mirar hacia delante, los históricos lectores –los de mayor experiencia–, podrán reconocer en el nuevo logo de Infortambo, cierta semejanza con aquel que iniciara las primeras ediciones allá por 1986 hasta principios de los noventa.
“Seguiremos luchando día a día, en procura de ser originales y útiles para un escenario que, aunque con mayores oportunidades, cada vez se torna más complejo para esta actividad tan dinámica como es la leche”, aseguraron los integrantes del equipo de Infortambo.