Por Marcelo Sales, Director de Productos y Soluciones de Hitachi Vantara LATAM
Gartner indica que se crearán 2,3 millones de puestos hasta el 2020; el punto es qué tipo de profesional demandará el mercado.
La transformación es un factor inherente a la sociedad, que evoluciona y se reorganiza de vez en cuando. Esos cambios siempre afectaron – y lo continuarán haciendo – al mercado de trabajo, que enfrenta una falta de mano de obra especializada, aumento exponencial de despidos, entre otras consecuencias de la revisión del modelo de empleo. Sin embargo, la transición actual es más profunda y compleja que las anteriores, lo que también implica que trae impactos incluso mayores.
Con la digitalización y el desarrollo de la tecnología y de la inteligencia artificial, muchos cargos se eliminarán por completo en una velocidad nunca antes vista en ningún proceso de evolución. Pero, eso no quiere decir que las máquinas sustituirán completamente a los seres humanos.
Gartner indica que a partir de 2020 la inteligencia artificial creará más puestos de empleo de los que eliminará. La predicción dice que, al mismo tiempo que se extinguirán 1,8 millones de puestos, se crearán 2,3 millones durante el mismo período, lo que será fundamental en la reforma de las dinámicas del mercado de trabajo.
Particularmente, dos tendencias indican cambios en el perfil profesional:
- Hay una gran preocupación por el mantenimiento de empleos intelectuales y cognitivos. La cuestión es que no existe inteligencia artificial sin personas, el ser humano continuará siendo importante, pero las competencias que se exigen al profesional serán otras.
- La curva de aceleración de los cambios, en comparación con otros períodos, es exponencial e impulsada por el rápido desarrollo de la tecnología y del conocimiento.
Ambos aspectos llaman la atención para un asunto que se discutió hace años: las competencias serán más importantes que el diploma en sí. Y eso es excelente, porque desafía nuestra capacidad de pensar, organizar y promover cambios. Formaciones como las de ingeniero de datos y científico de datos, por ejemplo, no poseen un curso específico, son personas que buscan algo más allá de la universidad. Investigaron o adquirieron conocimiento de otras fuentes de aprendizaje, como la práctica.
Comunicar, escribir, entender sobre historia y filosofía serán los cimientos para toda y cualquier formación. Las competencias (técnicas, estratégicas, profesionales e incluso personales) se desarrollarán a lo largo de la vida. Y las personas que luchen contra la inactividad aprovecharán las oportunidades de ese mercado en constante autorreglamentación.