La conservación de carnes, aves, pescados, frutas y vegetales sin bacterias, sin escarchas y sin perder sus propiedades alimenticias, sabor y cualidades nutritivas, es ahora posible. El FoodSaver™ permite envasar al vacío, manteniendo la frescura de los productos hasta 5 veces más tiempo que con los métodos tradicionales. Esto es posible gracias a que se extrae el oxígeno contenido dentro del empaque, eliminando el proceso de oxidación y la creación de bacterias.
“El envasado al vacío tiene infinitas ventajas a las que debemos sumar dos de los principios básicos de este método: higiene y calidad. En general los alimentos son perecederos, por lo que necesitan ciertas condiciones de tratamiento, conservación y manipulación. Su principal causa de deterioro es el ataque por diferentes tipos de microorganismos como bacterias, levaduras y mohos”, afirmó Gustavo Pintelos, Gerente General de Oster Argentina.
Envasando al vacío:
- Las carnes y los pescados mantienen su dureza y su textura.
- No aparece la quemadura del hielo, ya que no hay contacto directo del frío con la comida.
- El sabor y la frescura de los alimentos es más estable ya que no hay pérdidas ni invasión de otros productos.
- La oxidación provocada por el oxígeno es inexistente, y por tanto la putrefacción de los alimentos es nula.
- Los tiempos de conservación de los alimentos son mucho mayores.
- Los microorganismos no se desarrollan gracias a la ausencia de oxígeno.
- Se puede ahorrar tiempo al cocinar en exceso y conservar todo en perfectas condiciones para un uso posterior.
- Se pueden realizar compras más abultadas y conservarlas al vacío para usos posteriores, con lo cual se ganará tiempo a la hora de realizar las compras del mes.
Cuando se envasa al vacío es necesario que el lugar de almacenamiento sea el adecuado para cada tipo de alimento. Por ejemplo, el freezer es óptimo para almacenar carnes, semillas, sopas, pan y cereales de 1 a 3 años, que si no son envasados al vacío sólo durarían de 3 a 6 meses. En la heladera, el queso, las verduras y las frutas pueden conservarse en buen estado de 1 a 2 semanas y al ser empacadas al vacío, podrían consumirse de 4 a 6 meses después. En la alacena los cereales, pastas, galletitas, arroz, margarinas y aceites podrían durar de 2 a 3 años y sin envasarse al vacío sólo de 4 a 8 meses.