La defunción de los caddies argentinos

Buscamos alguna definición de caddie y dice; “Caddie es la persona, hombre o mujer, que lleva la bolsa de palos de golf, por medio físico o mecánico, (carrito manual o eléctrico), a un jugador de golf, durante un torneo, práctica o entrenamiento de ese deporte”, y me pareció una definición incompleta,  ya que el caddie (el histórico) es aquel que asiste al jugador, tanto sea para la elección de los palos, la estrategia y distancias, como así también es quien se preocupa por la parte psicológica del jugador, pero, la pregunta es; ¿Siguen existiendo los caddies?

Desde hace ya varios años que los clubes están “terminando” con los caddies, ya sea despidiéndolos o solamente impidiéndoles el ingreso. Esto se hace más sencillo en los countries, donde la seguridad impide que ingresen personas sin autorización. En algunos de ellos, como en el country Highland, hacían firmar a cada jugador una responsabilidad civil y comercial sobre el caddie que utilizaba cada jugador ese día, algo que jurídicamente pareciera carecer de sustento alguno. No es un dato menor que en clubes en los que solía haber más de 300 cadies, no haya hoy más de 30.

Muchos de los profesionales argentinos fueron caddies en sus comienzos, en la niñez o adolescencia, y lo mencionan con orgullo. Hoy la escuela de la AAG, que surgió en 1994 como una inquietud del Presidente de la AAG Dr. Rómulo F. Zemborain, busca desde el año 1995 en el Pilar Golf, formar profesionales egresados exclusivamente de su semillero. Los caddies no tienen manera de participar en esa escuela, sólo acceden aquellos que figuren en los primeros puestos de los rankings del Ranking Argentino de Jugadores Aficionados, becados, o jugadores de una cifra que puedan pagar el costo de la misma.

Los integrantes grupo de Trabajo que se autodenominó Grupo Caddies, presentaron un estudio al respecto ya en el año 2007. En el mismo obtuvieron respuestas de clubes donde afirmaban que los caddies “no están bajo un encuadre legal”, “se niegan a ser monotributistas”, inclusive hay muchos menores en los clubes del interior trabajando como caddies; entre “12 a 14 años”, y “no tienen seguro, ni cobertura médica”. La fiscalización de los ámbitos laborales y gremiales produjo temor entre las autoridades de los clubes. http://www.reflexioncientifica.com.ar/trabajo_001.pdf

En lo que respecta a juicios fue en el 2009 que la Cámara Laboral le dio la razón a dos caddies que durante 15 años se desempeñaron en el Campo de Golf José Jurado, y a los cuales no los unía ninguna relación de dependencia. Los jueces aseguraron que los caddies «prestaban servicios en el espacio físico de la demandada, que utilizaba sus instalaciones, y que dependían del master caddie, que es quien ordena las salidas con los jugadores. La demandada se beneficiaba con la prestación de servicios, ya que se trata de un club de golf, y está reconocido que los jugadores tenían la facultad de elegir contar con un caddie, por lo que la puesta a disposición de los actores claramente favorecía el desarrollo de la actividad de aquella». Los jueces fallaron a favor de los caddies, quienes fueron indemnizados por 50 mil pesos e intereses desde el año 2005, sirviendo este fallo como antecedente a otros, y cerrando aún más las puertas de los clubes.

Hoy encontramos canchas que bien deberían jugarse con caddies que ya no cuentan con la disponibilidad de los mismos, y tampoco permiten el ingreso del caddie junto al jugador. Sólo en algunas provincias siguen existiendo, e intentan ser semillero de jugadores profesionales. La provincia de Córdoba, más precisamente el Córdoba Golf Club de Villa Allende, es un ejemplo gracias a Angel Cabrera y Eduardo Romero; allí los caddies cuentan con una posición de privilegio, y son tenidos muy en cuenta en el club. También José Cóceres se preocupa por los caddies de su provincia; el Chaco.

Hay dos cosas que en este país están extinguiéndose, por un lado, la profesión de caddie, y por otro, y no menos importante, la posibilidad que esos caddies se transformen en profesionales (antiguamente hasta podían practicar los días lunes en sus canchas). Los caddies fueron reemplazados por autos eléctricos con GPS, carros de tres ruedas o eléctricos, pero no siempre estos cambios tienen que suponer un avance, el tiempo demostrará si se tomaron las decisiones correctas en favor del crecimiento del golf en el país.

Sin embargo el problema también se da en otros países, como afirma el español jugador del PGA Tour, Miguel Angel Jiménez; “Soy el último caddie jugador, el último de los profesionales que viene de abajo. Ya no hay jugadores como nosotros en el circuito. Hoy, los jóvenes disfrutan de ayuda que no teníamos entonces, vienen de un circuito amateur”, cosa que no se está dando en este país que las grandes victorias y logros golfísticos están en manos de ex – caddies que pasaron al profesionalismo; entre los cuales encontramos al Maestro Roberto De Vicenzo, José Jurado, Vicente Fernández, José Cóceres, Angel Cabrera, Eduardo Romero, Andrés Romero, y Fabián Gómez, entre otros.

InGolf le consultó al Diputado Héctor Recalde, abogado de la CGT y Presidente de la Comisión de Legislación Laboral de la H. Cámara de Diputados de la Nación, como se podía solucionar la actual precariedad laboral de los caddies (y abarcar también a los profesionales y profesores de golf), a lo que contestó que se encontraba dispuesto a presentar un proyecto de ley que le acerquen de alguna asociación para amparar a ambas actividades.