La Chata Solidaria es un grupo con gran espíritu que movidos por la situación de abandono, eligen destinos de imposible acceso para llevar las donaciones casa por casa. Esto no es un test. Es una experiencia real de manejo, donde los vehículos están al servicio de salvar vidas.
Las camionetas de La Chata Solidaria son sacrificables, si es necesario para llegar a una persona perdida en el medio de la nada o para darle un par de zapatillas. Si hay que sacrificar un motor o una caja, se sacrifican. Los fierros se arreglan, el abandono no.
Estas pick-ups de Ford Ranger pesan dos toneladas y tienen 200 burros. No son juguetes, la «Configuración LCS» es simple y lo menos llamativa posible.
Jerónimo Chemes agradeció a «todos los ‘pibes’ de todas las áreas de Ford Argentina, que se ocuparon de escuchar, entender, brindarnos su tiempo. Ellos se aseguraron de mostrarnos el límite de seguridad, para que no nos pasara nada. Esto no lo hizo ‘un tipo’, lo hicieron los mismos ingenieros de la empresa. También gracias a Pirelli por haber donado los tacos. Yo pedí específicamente Scorpion Mud porque los tengo en chata Azul y sé de lo que son capaces de hacer esas gomas en el barro».
La Chata Solidaria no tiene ningún contrato firmado con Ford Argentina ni ninguna otra empresa, ya que todavía es una ONG en proceso.