En un espacio acondicionado especialmente para esta actividad, más de 50 chicos participaron de un taller a cargo de Regazzoni, quien les enseñó a crear sus propias obras con recortes de madera, témperas, pinceles, tornillos, con apoyo del staff del artista y de los especialistas de Accesorios Bosch y Herramientas Skil. Todos los participantes recibieron el “Premio al Arte”, que consistió en una cajita de herramientas llena de golosinas.
{mosimage}Mientras los chicos se divertían con sus propias creaciones, Regazzoni habló con los padres sobre el arte y la estimulación de los niños en relación al trabajo con las manos y todo lo que ellas pueden generar, con la ayuda de las herramientas adecuadas. Luego se dedicó a contestar todas sus inquietudes. Paralelamente, parte del equipo del escultor trabajaba bajo sus órdenes con trozos de madera de descarte en la elaboración de la obra que luego será donada a una institución benéfica. Se trató de un “burro de carga”, sobre el cual el público presente tuvo la oportunidad de participar dando sus propios toques de color.
Finalizando la jornada, luego de tres horas de trabajo, Regazzoni firmó autógrafos para los asistentes, en los folletos del taller y hasta en las remeras de algunos amantes de sus expresiones artísticas. Accesorios Bosch y Herramientas Skil, por su parte, entregaron sus premios a Maxi, un niño de 8 años que realizó la obra más innovadora del taller.
De esta forma, padres e hijos compartieron una tarde de aprendizaje, juegos y creatividad de la mano de uno de los artistas plásticos más importantes de nuestro país.
Carlos Regazzoni nació en 1943 en Comodoro Rivadavia. Actualmente vive y trabaja en viejos galpones del ferrocarril. Pinturas ferroviarias y esculturas con rezagos de metales conviven sobre las vías muertas. Consagrado en Francia, donde vive la mitad del año en castillo de Fontaine Française.