Basándose en un conjunto de tecnologías de detección que han dado como resultado demostraciones de campo y un lanzamiento comercial para monitoreo industrial, GE Research ha recibido una subvención del NIH por 24 meses (U01AA029324) para usar el programa RADx-rad con el objetivo de desarrollar sensores en miniatura que pueden detectar la presencia de nanopartículas del virus que genera COVID-19 en diferentes superficies.
«Una de las primeras líneas de defensa contra cualquier virus es evitar la exposición, lo cual es más fácil decirlo que hacerlo cuando no se puede ver», dijo Radislav Potyrailo, principal científico e investigador de GE Research del proyecto NIH. «A través de nuestro proyecto con el NIH, estamos desarrollando un sensor para detectar la presencia de COVID-19 que sea lo suficientemente pequeño como para incrustarlo en un dispositivo móvil».
Potyrailo agregó: “Todos entramos en contacto con diferentes superficies durante el día, desde pantallas de computadora y mesas de conferencias, hasta quioscos en el aeropuerto y, por supuesto, máquinas de tarjetas de crédito en las tiendas mientras hacemos compras. Si bien todos hacen un gran trabajo manteniendo limpias estas superficies, queremos agregar una capa adicional de seguridad con la que podamos detectar la presencia del virus que genera COVID-19”.
Durante la última década, Potyrailo y los equipos de detección de GE Research han logrado importantes avances en el desarrollo de tecnologías de detección miniatura que brindan un rendimiento superior y capacidades de detección similares a los instrumentos analíticos de alta gama que se encuentran en un laboratorio típico.
“Hemos desarrollado sensores diminutos más pequeños que la yema de un dedo que tienen las mismas capacidades de detección que los instrumentos analíticos de alta gama que son del tamaño de un horno de microondas”, agregó Potyrailo. “Al ofrecer esta capacidad de detección de un instrumento analítico de gama alta convencional en un factor tan pequeño, podemos considerar aplicaciones de detección que podrían implementarse en superficies como un teléfono móvil o en dispositivos incluso más pequeños.»
Potyrailo señaló que la innovadora tecnología de detección que se está desarrollando es extremadamente confiable y buena para la detección sin interferencia de otros elementos. “Nuestros sensores son como sabuesos”, agregó Potyrailo. “Los capacitamos para que detecten una cosa específica, y pueden hacerlo sin que otra cosa los desvíe de su objetivo”.
Como parte del proyecto de dos años, el equipo de detección demostrará la detección confiable de algunas nanopartículas de interés, como las relacionadas con el COVID-19, en presencia de diversos tipos de interferencias.