El último episodio de las travesías, se llevó a cabo el 12 al 14 de este mes, convocando a una docena de camionetas 4×4 para recorrer las difíciles dunas de nuestras playas. Allí, los organizadores brindaron a los participantes los consejos más elementales para manejar en estas superficies, para así sacar el máximo provecho a las camionetas Ford Ranger y los neumáticos Range Runner de Fate.
La aventura se inició el sábado por la mañana, partiendo desde una exclusiva hostería de Cariló con destino a las dunas de Pinamar, entrando por un camino muy estrecho y lleno de pinos, por el cual circulan la mayoria de los cuatriciclos, para luego desembocar en el inmenso “mar” de dunas de Pinamar y terminando la odisea al anochecer. Fue tan apasionante el recorrido que la caravana sólo se detuvo para almorzar.
{mosimage}Al día siguiente, la jornada fue realmente emocionante. Los participantes aplicaron todos los conocimientos adquiridos el día anterior, disfrutando aún más de sus 4×4, recorriendo los dificultosos senderos que están entre Villa Gesell y Cariló. La jornada concluyó en la hostería donde los participantes pudieron disfrutar del spa y relajarse antes de emprender el regreso a casa.
Este evento dio fin a un ciclo en el cual se recorrieron los parajes más inhóspitos del noroeste mendocino, paisajes poco conocidos del cuyo catamarqueño, la exuberancia de la selva misionera y sus senderos colorados, los caminos de barro y deshielo y mares de piedras volcánicas en Neuquén, y las vistas fascinantes en la cima de las cumbres cordobesas.