Más allá del resultado final de esa indagación, y de las razones que pudo haber tenido la acción de fuerza desarrollada por un grupo de sindicalistas de la Federación Gráfica Bonaerense, Fopea discrepa con la metodología utilizada que implicó que los diarios Clarín y Olé no pudieran ser distribuidos en la Ciudad de Buenos Aires, en el Gran Buenos Aires y en varias provincias, y que La Nación sufriera demoras, lo que configura un grave ataque a la libertad de expresión.
Desde Fopea entendemos que el bloqueo a la salida de un medio afecta la libre circulación entre sus lectores, y a su vez perjudica el trabajo realizado por los periodistas, por lo que nos solidarizamos con los colegas de las publicaciones perjudicados por esta medida, utilizada supuestamente como medio de presión para obtener conquistas laborales, sindicales –por más válidas que estas sean- o políticas.
Fopea insta a las partes, gobiernos y sociedad en su conjunto a respetar el derecho a la libertad de expresión, a la libertad del ejercicio sindical, a los fallos que dicte la justicia y a todas las normas vigentes de carácter constitucional y legal.
No compartimos, ni compartiremos, el uso de la fuerza para impedir que un medio periodístico pueda expresarse o distribuirse libremente, sea de la orientación que sea, o que los ciudadanos ejerzan su derecho a informarse en la forma que deseen. La libertad de expresión no tiene color político ni religioso, es un derecho inalienable de todo ser humano. Y su condicionamiento afecta a todo el sistema democrático.