Este nuevo instrumento fue creado en conjunto por los Ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, de Economía y Finanzas Públicas y la Comisión Nacional de Valores (CNV). El mismo busca favorecer el financiamiento de las últimas etapas de los proyectos de innovación tecnológica, definidos en el marco de la Ley Nº 23.877 de Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica.
La CNV tiene como antecedentes los regimenes especiales para Fondos Comunes de Inversión destinados a la financiación de PYMES y los de Inversión para proyectos productivos de Economías Regionales e Infraestructura.
En el acto celebrado, el ministro Barañao aseguró: «Por primera vez en la historia, la información empieza a convertirse en algo con valor económico. Los países más prósperos han logrado generar riqueza a través del conocimiento».
El ministro de Ciencia se refirió también a la relación entre conocimiento y capital: «solamente podemos hacer uso del conocimiento si tenemos capital asociado. Por este motivo hemos tratado de motorizar la asociación entre lo público y lo privado, con la intención de que la ciencia impacte en la economía». Finalmente Barañao sostuvo: «Es por esto que la iniciativa que presentamos hoy es tan importante: es un componente esencial de una política que permitirá mejorar la calidad de vida de la gente».
El presidente de la CNV, Alejandro Vanoli afirmó que “estos FCI crean una nueva herramienta para financiar el desarrollo de proyectos científicos y tecnológicos, en línea con una política de Estado establecida desde 2003, e impulsa el financiamiento de los sectores productivos del país lo que implica un importante aporte al desarrollo económico con inclusión social”.
“El FCI resulta ser un vehículo ideal por sus características distintivas, conformado por una cantidad máxima de cuota partes, duración determinada, el patrimonio se encuentra integrado con un conjunto de bienes homogéneos y perseguirá un objeto especifico hasta su finalización. Este instrumento es el paso previo necesario en la introducción de las empresas orientadas a la innovación tecnológica en la oferta pública”, agregó Vanoli.
Por su parte, el titular de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, destacó la trascendencia de este nuevo instrumento y afirmó “el mercado de capitales es el lugar donde las ideas se pueden transformar en empresas, en donde las pequeñas se pueden transformar en grandes, porque no estamos interesados en obtener rentas fáciles sino en ser socios de los emprendedores”.
Los fondos comunes de inversión (FCI) cerrados que adopten el presente régimen especial deberán contar con un plan de inversión concreto y ajustado con el objetivo del fondo y deberá incorporarse dentro del prospecto de emisión información adicional relacionada con la naturaleza y características del proyecto a financiarse.
Asimismo, la adquisición de las cuotapartes quedará reservada a los inversores calificados. Se establece que como mínimo el 75% del patrimonio deberá invertirse en proyectos de innovación tecnológica que se encuentren en las etapas de producción y comercialización de los productos o procesos desarrollados; como mínimo el 25% del patrimonio deberá invertirse en proyectos de innovación tecnológica que sean o hayan sido beneficiarios de programas de estímulo otorgados por organismos de ciencia y tecnología de carácter público, entre otras.
Durante el acto de presentación del nuevo instrumento también estuvieron presentes: la secretaria de Planeamiento y Políticas de la cartera de Ciencia, Ruth Ladenheim; el presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, Armando Bertranou; y el director del Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR), Facundo Lagunas.