Se trató de un acontecimiento sin precedentes en Argentina, que unió dos mundos apasionantes como son el vino y la moda. Prestigiosas bodegas y diseñadores argentinos dieron despliegue a temas comunes como los sentidos, colores y texturas con el espíritu de divertir, seducir y emocionar al público.
{mosimage}Durante los días del evento, se llevaron a cabo cuatro desfiles diarios -bajo la conducción de Horacio Cabak- con comentarios aportados por enólogos acerca del perfil sensorial de la variedad mientras que al mismo tiempo los diseñadores describían la interpretación de este perfil y su aplicación a la creación de cada diseño.