Con motivo de compartir una nueva edición del Informe Ambiental 2016, Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) presentó un año de trabajo integrado en un libro que no solo refleja los avances de las investigaciones y casos que lleva a delante el equipo técnico y de profesionales, sino también suma el aporte de referentes intelectuales. Carlos De Miguel, María Eugenia Di Paola, Pablo Canziani, Rubén Giustiniani, José Alberto Esaín y Diego Seguí, fueron algunos de los autores que prometen contribuir al conocimiento y complejidad sobre los desafíos políticos y económicos de la agenda pública en Argentina y en la región.
“Esta presentación es una oportunidad para realizar un balance de los aspectos que consideramos más destacados. 2015 fue un año en el que se produjeron hechos muy relevantes en el plano internacional como la publicación de la Encíclica “Laudato Si”, impulsada por el Papa Francisco, y la firma del acuerdo sobre cambio climático de París. De igual forma, a nivel nacional, la creación de Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable (MAyDS) significa un paso significativo desde el punto de vista institucional que coloca a la Argentina en igual situación a lo que sucede en la mayor parte de los países de América Latina y el Caribe», introdujo Andrés Nápoli, Director Ejecutivo de FARN.
«Sin embargo, la reforma institucional ambiental no puede ser tomada como un fin en sí mismo. La creación del ministerio recién podrá cobrar un real significado en la medida en que las acciones impulsadas y desarrolladas desde el flamante organismo logren fortalecer la agenda ambiental, hasta transformarla en una protagonista activa de los temas que preocupan de gran manera a la ciudadanía y que se han visto largamente postergados. Nos referimos al abordaje de temas tales como: el cumplimiento de la Ley de Glaciares, el control del impacto de la actividad minera, la regulación de la explotación de los hidrocarburos no convencionales, el fortalecimiento de la implementación de la ley de bosques nativos, el saneamiento de las cuencas urbanas en particular la del Matanza–Riachuelo, el control del impacto ambiental de los agroquímicos, el ordenamiento ambiental del territorio y la efectiva implementación de los mecanismos de gestión ambiental previsto en la Ley Nº 25675 por solo mencionar algunos ejemplos. Es primordial entonces que en momentos en que existen dificultades económicas, las decisiones que hacen al desarrollo no se vacíen del contenido ambiental, ni se generen retrocesos en los estándares de protección de derechos ya reconocidos” concluyó Nápoli.
El evento propuso a todos los participantes dialogar sobre cómo fortalecer la agenda ambiental en un contexto de crisis económica. Sergio Elguezábal condujo un living integrado por referentes en política y economía ambiental. “¿Por qué no cambia lo que no cambia?” fue el disparador a partir del cual el conductor dio inicio a la mesa de diálogo invitando a la reflexión sobre nuestros modos de emprender tareas, actividades y toma de decisiones tendientes al cambio y empleos que desaparecen al mismo tiempo que se crean nuevas ofertas de trabajo en otras áreas hasta ahora desconocidas.
Carlos de Miguel, Jefe de la Unidad de Políticas para el Desarrollo Sostenible de la CEPAL, señaló la necesidad de los Estados nacionales en garantizar el acceso a la información pública, abierta e imparcial sobre la situación económica, social y ambiental. Según el especialista en participación ciudadana “ello contribuye a democracias más participativas y transparentes, y a ciudadanías activamente involucradas en las decisiones sobre el tipo de sociedad que se desea construir”.
Sebastián Bigorito, Director de la CEADS, por su parte indicó la importancia de redefinir el concepto de éxito desde la empresa. «La matriz éxito-fracaso ya no queda determinada solo desde la dimensión material, como todavía se observa en espacios educativos hasta en la publicidad. La calidad de vida crece mientras aumenta el PBI solo hasta un determinado punto, donde encuentra su límite. Es aquí donde el valor del capital social y ambiental de un Estado comienza a tener un rol muy importante en la competitividad económica e innovadora que garantiza la sustentabilidad de un país».
Finalmente Pablo Somoza, representante del Área de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la UOCRA-CGT, subrayó la oportunidad de aprovechar este marco de crisis para realizar una transición justa hacia economías y sociedades ambientalmente sostenibles y señaló «el gran aporte de las Directrices de la OIT en relación a esta transición, en particular desde una ecologización de la economía mejoraría nuestra capacidad para gestionar los recursos naturales de forma sostenible, aumentaría la eficiencia energética y reducción de los desechos, y al mismo tiempo permitiría enfrentar las desigualdades».
Durante el encuentro, además se entregó el Premio Adriana Schiffrin, cuyo ganador fue el proyecto “Aguas de la Comunidad: fabricación e instalación de sistemas filtrantes”, elaborado por Cooperativa de Trabajo y Formación Poriajhú, la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y Fundación Essen. Y como cierre, Charo Bogarín reconectó a más de 300 personas con la naturaleza a partir de su música y cantos ancestrales.