Se trata de un elemento único. La Pluma Graf von Faber-Castell es una lapicera fuente especial que la empresa produce por sólo doce meses. Combina materiales exclusivos como snakewood (madera con un veteado muy particular que asemeja el patrón de una piel de culebra), ámbar, piel de galuchat (cuero proveniente de la piel del pez raya) y, por supuesto, marfil de mamut. Todo esto, con el más alto nivel de artesanía. Los materiales naturales y el diseño inconfundible dan origen a implementos para la escritura de belleza eterna y valor inusualmente elevado.
Así entonces, el brillo del marfil alternado con el casi negro del ébano produce una composición contrastante como la que caracteriza al cuerpo de la Pluma Graf von Faber-Castell del año 2006 (que corresponde a la producción de este año). La forma y los colores de esta estilográfica evocan el teclado de un clavicordio o piano de cola. Con un elaborado trabajo de incrustaciones, pequeñas láminas de marfil entran en un marco de ébano.
El marfil ha permanecido preservado en toda su belleza por miles de años, congelado en el hielo puro de las regiones con suelo permanentemente helado. Es necesario el ojo de un experto para encontrar este fascinante material fósil durante las seis a ocho semanas que dura el breve verano siberiano.
La elaborada artesanía y el uso de materiales naturales implican que cada Pluma Graf von Faber-Castell del año 2006 sea una pieza de arte única. Cada pluma está individualmente numerada y viene en un exclusivo estuche de madera color marfil con un folleto y un certificado que explica que es una lapicera de una edición limitada. Éste lleva la firma personal del maestro artesano y certifica la calidad del marfil de mamut utilizado para la fabricación del cuerpo de la estilográfica.