Por Rodrigo Sanchez, Ingeniero de Ventas de Axis Communications.
Eventos deportivos, conciertos, festivales artístico-culturales, marchas de movimientos sociales y políticos, todos constituyen acontecimientos de carácter masivo altamente complejos para las autoridades responsables del orden público, los organismos policiales y los propios organizadores. Como se nota por los últimos episodios de violencia, la seguridad en estadios es especialmente preocupante.
Tanto en estadios como en escenarios abiertos como parques o avenidas, el desafío común es garantizar la seguridad de los individuos participantes, la integridad de la infraestructura y los bienes públicos. Para ambos los casos, las nuevas tecnologías ya permiten prevenir hechos que constituyan un potencial riesgo como accidentes, violencia, robos o extravío de personas, para, de esta forma tomar las medidas correctas en el momento preciso. Particularmente, algunos estadios en Estados Unidos y Europa han modernizado sus instalaciones para digitalizar sus sistemas de videovigilancia, control de acceso y audio, convirtiéndose en verdaderos Estadios Digitales.
La precisión y la calidad de la imagen que se capture y obtenga con estos sistemas, sin importar las variables adversas que se presenten, como pueden ser la escasa luminosidad, la complejidad de los ángulos de visualización, el clima, los movimientos sospechosos y muchos otros detalles que ocurren, ya no son un obstáculo para estos dispositivos cada vez más inteligentes, precisos y altamente adaptables.
Analíticas ayudan a controlar el flujo de espectadores en un estadio y permiten evitar la erupción de la violencia proactivamente. Por ejemplo, utilizando reconocimiento facial para identificar personas con histórico de mal comportamiento y previniendo su ingreso al estadio, o reconociendo clientes VIP para tratarlos de acuerdo.
De hecho, lo que los gestores de estadios quieren es poder controlar el flujo de aficionados ingresando al estadio, identificando a potenciales vándalos antes de que puedan causar daños. También es posible recibir alertas a partir de la llegada de personas o vehículos en áreas restrictas, o cuando objetos sospechosos son abandonados. También se puede monitorear el video a través de una aplicación, en vivo, desde cualquier dispositivo, incluyendo smartphones y tabletas. También se puede controlar las cámaras PTZ desde cualquier de esos dispositivos.
Para los gestores de estadios, la calidad de la imagen de su sistema de videovigilancia es fundamental después del evento, cuando el equipo utiliza las imágenes para investigaciones. Adicionalmente, las cámaras de los estadios digitales con resolución 4K Ultra HD permiten que atletas y entrenadores analicen grabaciones de sus acciones fácilmente, visualizando cada segundo y cada detalle para mejorar su performance.
Generalmente son muchas las variables a visualizar, desde el control de acceso e identificación de los asistentes, su comportamiento durante el evento, hasta las salidas y la conexión, por ejemplo con los servicios de transporte, para evitar congestiones y alteraciones en el tráfico que afecten a la ciudad.
Contar con una central de monitoreo, junto con proveer los ojos electrónicos para captar todos los movimientos y cambios en el comportamiento de la audiencia, constituye el cerebro y el centro neurálgico para desplegar información que permita la interoperatividad y colaboración entre las distintas entidades como policía, primeros auxilios, bomberos, defensa civil o transporte.
Adicionalmente, con la implementación de sistemas analíticos -como es el caso del reconocimiento facial o el control de movimientos- se facilita el ingreso y la identificación de personas como una forma preventiva y también disuasiva.
Un caso exitoso de implementación se concretó en conjunto entre la Municipalidad y la policía de Turín en Italia, que inició un proyecto piloto de videovigilancia basada en una infraestructura de red IP para eventos en espacios públicos que involucró tres ejes centrales y que fue puesto a prueba durante la visita del Papa Francisco a la ciudad.
El sistema contó con funcionalidades como el escaneo biométrico para el reconocimiento facial de los individuos que asistieron al evento, y el videoanálisis para realizar un estudio de la evolución y cambios en la multitud, estableciendo patrones que permitieran realizar simulaciones post-evento con los máximos niveles de precisión y confiabilidad.
Todo lo anterior se complementó con un sistema de despliegue rápido basado en la transmisión inalámbrica alojada en la Nube, que pudo ser visualizado desde una central donde se integró y gestionó el flujo de imágenes en tiempo real. El resultado: los organizadores contaron con un poderoso sistema de videovigilancia en línea, avanzado e inteligente para detectar y prevenir de manera proactiva cualquier incidente, con la capacidad de identificar a los responsables de actos ilícitos para ser detenidos en el lugar y momento preciso, para poder llevados a la justicia. Todo ello, mientras se garantizó el desarrollo normal de este acontecimiento multitudinario y festivo de gran relevancia para la ciudad y sus habitantes.
Para las familias que, por miedo, dejaron de participar en grandes eventos públicos o de ir a estadios para partidos de fútbol u otros eventos de entretenimiento, es importante aclarar que la tecnología está a su favor, y que la experiencia de otros estadios alrededor del mundo apunta para la posibilidad de prohibir el acceso de individuos que tienen un historial de violencia o criminalidad, y para la posibilidad de disfrutar una experiencia segura en esos ambientes.