Durante la práctica de deportes y actividades al aire libre en invierno como los que se practican en montaña y cerros: ski, trecking, snowboard, alpinismo y otras que se realizan en la ciudad y en el agua, el reflejo del sol puede producir en la piel del rostro, manos, orejas, cuero cabelludo, cuello, labios y párpados, quemaduras solares, deshidratación, envejecimiento prematuro, descamación, fisuras, grietas cutáneas, y fotocarcinogénesis.
“Dermaglós Solar presenta una propuesta especial para cuidar y proteger la piel cuando se hacen deportes en el invierno al aire libre. El uso de protectores solares y la hidratación posterior de la piel con geles post solares son esenciales para combatir los efectos agresivos del invierno. Los labios, las orejas, el cuero cabelludo así como la parte posterior del cuello, especialmente en los hombres, tienen una piel fina y muy sensible, cuando se exponen al sol sin protección genera ardor y dolor a la vez que se resecan y agrietan, junto con el rostro y las manos.” comentó Natalia De Rosa, Jefe de producto Madre en familia de Dermaglós Solar.
La reflexión de los rayos solares varía según el área en que nos encontramos. La nieve es la que refleja el mayor porcentaje de rayos recibidos y en menor medida la arena seca y el agua. Otro aspecto que incide en la radiación solar que recibimos es la altitud. A mayor altura aumenta la intensidad de la radiación: se estima que es entre un 13 y 15% mayor cada 1.000 metros.
“Los rayos ultravioletas se dividen en Uv-A, Uv-B Y Uv-C. En superficies como la nieve puede reflejar hasta un 95% de la RUv-A, y un poco menos de la RUv-B. El bronceado es la respuesta cutánea a la agresión producida por los rayos ultravioletas” comentó la Dra. Mónica Maiolino y agrega “Los protectores solares filtran el 95% de la RUv-B que causan enrojecimiento, quemadura solar y predisposición al cáncer de piel y además minimizan los efectos de los RUv-A que ocasionan envejecimiento de la piel y pueden causar cáncer de piel”.
Es aconsejable el uso protección solar en invierno, con protectores de alta gama, que deben colocarse 30 minutos antes de llegar a la zona extrema. Luego de la exposición solar se aconseja el uso de geles postsolares o cremas hidratantes. De esta manera la piel se siente protegida y recupera la hidratación necesaria.