En medio de la conmoción que se ha generado a consecuencia del coronavirus y del aislamiento social obligatorio dispuesto por el Gobierno Nacional, cinco equipos integrados por estudiantes argentinos del ITBA y de las universidades de Salta, San Martín y La Plata fueron seleccionados como finalistas de Open Space para enviar sus proyectos al espacio.
Open Space (https://www.spaceisopen.com/) es un programa espacial para jóvenes y este primer desafío es impulsado por Academia Exponencial y Satellogic, dos organizaciones privadas vinculadas a la tecnología y a la ciencia espacial. El objetivo es promover en los jóvenes el interés por la ciencia, la tecnología y la ingeniería, y cuenta con el apoyo de organizaciones estatales y privadas como el INVAP, Skyloom, el Instituto Balseiro, el ITBA, Digital House, la Universidad de la Plata, la Universidad San Martín, la Fundación Varkey y el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.
A este primer desafío se presentaron 22 equipos y alrededor de 150 jóvenes. Los proyectos seleccionados tienen objetivos tan variados y ambiciosos como simplificar la electrónica de los satélites, desarrollar modelos digitales para democratizar su desarrollo, protegerlos de la radiación, o utilizarlos para medir tormentas solares y para facilitar el control de las emisiones de metano. El nivel de las propuestas recibidas llamó la atención del jurado de especialistas y pone de manifiesto el potencial que representan los jóvenes argentinos: “Quedamos impresionados con la calidad de los equipos” coincidieron José Relloso de INVAP y Marcos Fraceschini de Skyloom.
Los equipos trabajarán hasta fines de junio en la última etapa del programa, de la que saldrá el proyecto ganador, con tutores de INVAP, las universidades de La Plata y San Martín, Skyloom y Satellogic. La elección del ganador está prevista para el 30 de junio, siendo que el proyecto seleccionado deberá ser finalizado en los meses subsiguientes para poder ser lanzado al espacio en una próxima misión de Satellogic.
La crisis de COVID-19 refuerza y valida la importancia de Open Space como un espacio para priorizar a los jóvenes, su ingenio y su potencial transformador.